Amor en tiempo de elecciones | JJK & KTH

Capítulo 7: Linda corbata, por cierto

Namjoon 10:00

Estoy en shock.

Seokjin 10:00

No lo puedo creer.

Dios, que terrible la debe estar pasando Jungkook.

Taehyung 10:01

Me niego a ver lo que filtraron.

Ustedes no lo hagan.

Namjoon 10:01

¿Sabes que eres nombrado en muchos de sus mensajes de textos?

Y no de la forma que tú crees.

Taehyung 10:01

Recuerda que, aparte de la privacidad de Jungkook, la de sus otros amigos también fue invadida.

No deberías estar leyendo eso.

No seas idiota.

Siente curiosidad, obvio que la siente, pero no puede evitar sentirse terriblemente mal tan solo cuando el pensamiento de revisar el «material» recorre su mente. Puede que Jungkook no le agrade. Puede que no sean los más grandes amigos. Pero conoce los límites. Y si a él le filtrarán todo de su móvil, incluida las notas donde escribe poemas tristes y la lista de abarrotes que comprar, se querría morir.

Para evitar mirar el celular, se dedica a los quehaceres del hogar. Cuando su abuelo no se encontraba rondando la casa y causando conflictos porque no le gustaba que hubiera mucho movimiento a su alrededor, aprovechaba de asear la casa. Su madre se encontraba demasiado ocupada con sus trabajos como para ayudar, por lo tanto esa había quedado como la responsabilidad neta de Taehyung. Pero su madre se ocupaba de cocinar sí o sí, porque el chico había nacido y crecido con una maldición en las manos que hacía que cualquier cosa que cocinara termine con un sabor horrible y todo quemado.

Cerca de las una de la tarde, recibe una llamada de su prima, Chaeryeong.

—¡¿Qué mierda, Taehyung?! —exclama la chica en cuanto descuelga la llamada.

—¿Qué? —pregunta Taehyung con su clásico tono neutro.

—¿Viste lo de Jeon?

La chica sigue igual de histérica, pero ya no grita.

Taehyung tiene que ahogar el gruñido que iba a nacer en su garganta.

—No —replica cortante.

Chaeryeong suelta un lamento a través de la línea.

—¿Cómo no lo has visto?

El chico tiene que dejar la escoba apoyada en el sofá para salir de la casa. Necesitaba tomar aire sin olor a desinfectante para seguir manteniendo la conversación con su prima.

—No lo veré.

La chica refunfuña y chista algunas groserías.

—Taehyung, escúchame —Taehyung esboza una sonrisa al oír la exasperación en la voz de la chica—. Hay ciertas cositas que deberías leer.

—¿Por qué debería? —inquiere el chico.

Hay un silencio de unos cuantos segundos. Taehyung despega el móvil de su oreja para revisar si la llamada seguía en curso. Vuelve a pegarlo a su oreja cuando ve que todo está en orden.

—Está relacionado con las corbatas que usas.

¿Sus corbatas? Sabe que su estilo quizás era un poco diferente al que personas de su edad suelen tener, pero tampoco era horroroso como para ser tema de conversación del principito y sus secuaces. ¿Tan mal estaba ser un poco más elegante al vestir?