Almas Destinadas

Capítulo 31: Azrael

// Capítulo Super largo... para tomarse un cafecito... 

La verdad así como la esperanza siempre vienen acompañadas de dolor, por eso era lo mejor el disfrazarla de alguna forma con palabras bellas, para que golpe no fuera tan agresivo, era mil veces mejor actual y no mantenerse a la espera de que algo bueno surgiera de eso porque la desilusión es lo que quema el alma, más que una herida. Las mentiras duelen, pero cuando se trata de la esencia misma de la verdad, esas palabras jamás se olvidan porque quedan incrustadas como terribles cicatrices. Amar duele, tal vez por esa razón siempre me negué a sentir, una parte de mí nunca quiso interesarse en eso, pero desde que lo vi a él, mi mundo cambió y con sus palabras llenas de mentiras, ese mundo se vino abajo.

No existía un "juntos por siempre", yo lo sabía más que nadie, por mi pasado y mi vida, no existían los finales felices, la vida era cruel y amarga, más aún en este infierno, la vida misma no tenía piedad y muchas veces era ella la que escogía el camino para ti, y en el camino del sentir, el amor auténtico no era suficiente para mantener unidas nuestras manos con nuestro amado, algo nos distanciaba, ya fuesen lo siglos en que nuestras almas llevaban de diferencia, el hecho de que no nos encontramos en el camino mucho antes, la razón por la que no pertenecíamos al mismo rango de jerarquía o que nuestros caminos veían a diferentes horizontes, y nosotros éramos el claro ejemplo de ello, no bastaba con anhelar y sentir, él se había llevado todos los recuerdos de mi mundo y con esos engaños también se llevó mi amor, el sentimiento que jamás espere pero brotó lentamente como una pequeña semilla de esperanza donde pintaba mi mundo de una forma más hermosa, donde me había hecho sentir tan querido... Pero éramos astros diferentes, la luna se engañó a si misma pensando que por un instante podría estar a la altura del sol, y este, tratando de llegar a ese eclipse para estar con ella, termino cejándola con su resplandor.

- ¡¿QUÉ NO VAS A RESPONDER?! ¡¿P-POR QUÉ TÚ...?! ¡¿POR QUÉ ME ENGAÑASTE?!

- A-Al... ¿Qué es lo que...?

- ¡¿POR ESO NO QUERÍAS DECIRME LA VERDAD?! ¡TODAS ESAS PALABRAS, NUNCA SIGNIFICARON NADA!... -Mi ser no tenía comparación en este momento, estaba inundado en lágrimas, deseaba tanto ver cómo encaraba las consecuencias de sus propios errores y hacerle sufrir lo que ahora mismo yo sentía, pero algo, algo insignificante en lo que quedaba de mi alma, me detenía, me pedía que lo personara. Odiaba esto, me odiaba a mí mismo por esa debilidad que él formó con sus mentiras, por esa ilusión de amor que me hizo sentir, y esa expresión llena de angustia que me dedicaba. - ¡¿P-Por qué mierda se me ocurrió...?! ¿Por qué el destino nos juntó aquella vez? Si esto iba a pasar...

No tenía el valor de enfrentarlo realmente, no como lo hubiera hecho tal vez Azrael, aunque me sentía destrozado no podía siquiera pensar en hacerle tanto daño como el que sentía, esto era horrible, era un pecador y un demonio que sentía compasión por un ángel caído.

- S-Solo respóndeme... ¡¿Realmente sentiste algo por mí todo este tiempo?!

Su rostro no tenía precio, estaba tan confundido como paralizado por lo que veía frente a él, aunque su postura cambio un segundo y su mirada parecía querer adivinar de que mierda se trataba todo esto.

- Yo... Yo Te prometo que... D-Desde el día en que me di cuenta, siempre te amé, Al... ¿Q-Qué es lo que...?

- Entonces, si es así ¿qué puedo esperar ahora? Si ya me has lastimado lo suficiente pese a ese sentimiento... -mi forma demoniaca poco a poco se iba borrando hasta dejar a un simple demonio a sus ojos. – ¡¿P-Por qué no me has dicho n-nada de mi pasado? ¡¿Qué mierda es lo que te lo impide?!

- ¡E-El cielo...! Y... No podía ¡Pero ahora no me importa, Al! -sus manos jugaron un poco entre ellas, algo nervioso o impotente en lo que daba unos pasos hacía a mí con aquella expresión llena de dolor. – T-te diré todo ahora, aunque eso...