Parte 40: Turbulencias

41 7 2
                                    

En la hora del receso, Wen Ning y yo fuimos a la sala de profesores a tomar nuestro descanso, tomamos nuestros almuerzos y nos sentamos en unas mesa distante del resto, aquella que tenía una gran vista del área recreativa.

Desde temprano, mi cabeza había estado doliéndome, por lo que me encontraba algo fastidiado y de mal humor; sin embargo, no podía desquitarme con los niños ni con Wen Ning. Tenía que soportarlo, ya que no tenía ninguna pastilla en ese momento. A pesar de eso, traté de disimularlo ante los demás sin tener en cuenta lo observador que era mi colega.

—¿Sigues teniendo dolores de cabeza? —Wen Ning comía un poco de fruta mientras yo le di un mordisco a un sándwich de atún que Lan Zhan me había preparado en la mañana y aunque estaba delicioso, hacerlo pasar por mi garganta reprendía a mi cabeza.

—Huh... sí, creo que tendré que conocer a tu hermana. —dije en broma.

—Si quieres, puedo pedirle que te dé un turno para que puedas ir.

—Eso sería de mucha ayuda, Wen Ning. El estrés me está matando. —moví mi cabeza tratando de que el dolor se fuera.

Nos levantamos luego de un momento, ya que el descanso había terminado. Wen Ning tomó su bolso y caminó un paso más adelante de mí, volteando a ver para que lo siguiera, desgraciadamente, en ese momento, sentí como la tierra bajo mis pies se movía y todo alrededor mío giraba. Extendí mis manos tratando de mantener equilibrio y al no lograrlo, me senté en el suelo en cuclillas.

—Ying-ge. —se apresuró a llegar a mi lado y ayudarme. —¿Estás bien?

No logré responderle, todavía estaba aturdido y mi cabeza aún daba vueltas.

Él al verme se dio cuenta que hasta mi rostro había perdido el color, alarmándose en seguida. —V-vamos a la enfermería. —dijo, sosteniendo mi brazo para ayudarme a levantarme.

A cada segundo que pasaba, me sentía más aturdido, los sonidos desaparecieron por un momento y cerré los ojos en busca de sentirme mejor, pero solo consiguió que colapsara.

—¡Ying-ge!

.
.
.

Wen Ning lo sostuvo antes de desvanecerse por completo, lo miró con preocupación y alarmado. —Ying-ge, vamos, despierta... —dio ligeras palmaditas en las mejillas del otro, pero no había resultados.

Viendo que la situación no mejoraba y que sus nervios se dispararon, se apresuró a ponerlo en su espalda y levantarlo para llevarlo a la enfermería, era lo único que podía hacer en ese momento.

Sus pasos eran rápidos, necesitaba llegar pronto. Tanto colegas como niños lo vieron, pero no se detuvo, algunos bastante curiosos decidieron seguirle y otros murmurar entre ellos.

Cuando llegó y lo puso en la camilla, rápidamente la doctora del lugar revisó sus signos vitales.

—¿Qué tiene?

—Al parecer es fatiga, aunque tengo que hacerle unas preguntas cuando despierte, ¿usted sabe algo del profesor Wei?

—Umm, él tenía dolor de cabeza, hace algún tiempo que sufre por eso, hoy se mareó y colapsó, es la primera vez que pasa.

—Gracias por la información, profesor Wen. —respondió ella, saliendo de la habitación poco después.

.
.
.

Desperté en una camilla, aún no sabía qué había pasado hasta que ví a Wen Ning a un lado, mirándome curioso y a la vez preocupado.

—Ying-ge... que bueno que ya hayas despertado, ¿cómo te sientes?

Amarte hasta el final de mi vida (WangXian) - AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora