Tu Refugio

Capítulo 12

Enid se encontraba junto al abogado contratado por Merlina en los tribunales, sentía como sus manos sudaban debido a lo nerviosa que estaba, pero se tranquilizaba al ver como la pelinegra estaba sentada atrás suyo en una banca, aquella mirada fría y seria decía mucho apenas sus ojos se topaban con los de ella, Merlina le transmitía calma.

En la banca de al lado se encontraba Ajax con un rostro lleno de heridas, por lo rojizas que se veían Enid intuía qué fue lo que hizo demorar a Merlina la noche anterior, sabía que la pelinegra iba a vengar cada uno de sus llantos y así lo hizo. Sin duda Merlina Addams era la mejor, siempre lo fue y siempre lo será. El chico estaba al lado de un señor que no prestaba ni la más mínima atención al juzgado, Enid ya había perdido hasta la cuenta de cuántas veces salió por una llamada o cuántas veces el señor tuvo que pedir que repitieran lo anterior por haberse distraído.

Ajax no tenía escapatoria.

- Debido a la evidencias presentadas por la señora Enid Sinclair, puedo llamar a este caso como violencia familiar, física y psicológica por parte del señor Ajax Petropolus hacia su persona, las pruebas son más que claras y se ve cómo el señor no tenía piedad de su esposa a la hora de los golpes dejándole en muchas ocasiones con moretones y rasguños bastante notorios, haciendo que la señora Sinclair viva en violencia por parte de su pareja desde el primer día de su matrimonio - empezó a decir el juez en otros casos Enid hubiera llorado, pero gracias a Merlina sus heridas poco a poco iban sanando, ahora ya no se concentraba en lo mucho que sufrió al lado de Ajax, sino que se concentraba en aquella hermosa pelinegra que poco a poco sin siquiera notarlo fue capturado su corazón.

Obviamente Ajax no se había quedado callado y le había dicho a los policías quiénes le habían hecho todas sus heridas, sin embargo la policía no hizo nada, pues con los Addams nadie se mete y realmente no era algo que con unos cuantos millones no se pudiera solucionar y quedar en el olvido.

- Acepto el divorcio dejando a la señora Sinclair con el 100% de los bienes comprados y procedo a procesar al señor Petropolus por los siguientes delitos: Violencia tanto física como psicóloga, agresión contra su cónyuge y personas externas a ella y falsificación de documentos - resulta que Ajax no podía retirar ni la mínima parte de la herencia dejada por su padre gracias a que tenía que contar con la firma de su madre y su madre se negó a firmar alegando que no tenía la madurez necesaria para manejar aquella exorbitante cantidad de dinero.

- ¡No! ¡No pueden hacerme esto! ¡No! - gritaba Ajax mientras era cogido por dos oficiales. Él no saldría de la cárcel en mucho tiempo, o mejor dicho, no saldría. Merlina tiene a un "amigo" detenido por importación ilegal de drogas y casualmente estaba en la misma correccional a la que sabía que iban a mandar a Ajax una vez sea juzgado en un nuevo juicio por cada uno de sus delitos.

- ¿Y? ¿Qué hacemos ahora? - preguntó Enid mientras salía del juzgado junto con la pelinegra, ambas estaban cogidas de la mano y ninguna se había dado cuenta.

- Tengo que arreglar algunos pendientes, pero puedes ir al cine y luego te alcanzo - dijo la pelinegra.

- ¿Te puedo acompañar? - preguntó la rubia haciéndole ojitos.

- No creo que quieras ir a la correccional donde están los criminales más peligrosos del mundo - respondió Merlina con ironía, sin duda no era un lugar agradable para la rubia.

- Ugh...  Está bien, entonces llamaré a Yoko para invitarla a salir - dijo la rubia - Pero antes de irme tú me tienes que dar algo...

- ¿Qué co-? - su frase fue interrumpida por unos labios chocando contra los suyos.

- No me diste mi beso de buenos días - dijo la rubia girandose para irse del lugar con una sonrisa triunfante al ver como la pelinegra se había puesto como un tomate por el beso, Merlina Addams era perfecta para ella.

Sólo que Enid quería esperar un poco más para hacerla novia, no quería ir apresurada, no por miedo, sino porque ahora entendió que en los peores momentos siempre iba a haber alguien que esté dispuesto a escucharte y tal vez aconsejarte, que en los más mínimos momentos es donde realmente su corazón se acelera sin siquiera quererlo, que lo importante es aprender a ir despacio, pero con la certeza de que todo iba a ir bien.

Su amor por Merlina iba más allá de la amistad, ella lo sabía y lo comprendía, pero tenía que esperar si quería que todo salga bien al final.