Te extraño, mientras finjo no hacerlo. Te extraño con cada fibra del cuerpo.
De vez en cuando soy mejor para fingir pero al final del día la rutina se repite, una y otra vez.
Apago la luz, le doy un beso a tu último regalo. Me recuesto tratando de encontrar el sueño, aun así hasta el cansancio me evita.
Todas las noches converso con Dios tratando de encontrar el porqué de tu partida. Trato de comprender, juro que lo intento. Busco su ayuda y aliento, pero las lágrimas siempre me alcanzan y las memorias me traicionan.
He tratado de salir, he tratado de escapar, pero ha a donde sea que vaya, siempre te encuentro, como una cálida brisa de verano. Dulce pero efímera al final del día.
Te extraño, aunque el mundo y la consciencia me dicen que te suelte y te aborrezca.
Soy incapaz, incapaz de dedicarle una sola gota de odio a la mujer qué más he amado en este cruel y maravilloso viaje llamado vida.
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Los mensajes qué nunca pude enviarte.
RomanceA veces la mejor forma de despedirse de alguien que amas. Es haciendolo en silencio.
