Sentada en la esquina de la habitación, sentía cómo el nerviosismo se apoderaba de cada fibra de mi ser. Ellie y Jesse habían salido hace horas y el tiempo parecía estirarse interminablemente. No podía dejar de pensar en lo peor. ¿Y si algo les había pasado? ¿Y si el presentimiento de Tate era cierto?
Mis uñas ya estaban mordidas hasta el borde, pero seguí mordiéndolas sin darme cuenta de que la piel alrededor comenzaba a sangrar. Cada minuto que pasaba sin noticias de ellos hacía que mi ansiedad aumentara, mi respiración se volvía errática y mi mente se llenaba de imágenes de peligro y desolación.
No podía dejar de caminar de un lado a otro, mi corazón latiendo con fuerza en mi pecho. Cada ruido me hacía saltar, esperando y temiendo al mismo tiempo que fuera Ellie regresando.
De repente, escuché un ruido en la puerta. Mi corazón se detuvo por un segundo antes de latir aún más rápido. Corrí hacia la puerta, mi mente llena de una mezcla de esperanza y miedo. Al abrirla, mis ojos de alivio.
Ahí estaban Ellie y Jesse, junto con Tommy. Ellie parecía cansada incluso asustada, y Tommy, aunque agotado, estaba a salvo. Por fin veo a Tommy! Sin pensarlo dos veces, corrí hacia ellos, lanzándome en un abrazo desesperado. Sentí a Ellie devolverme el abrazo con fuerza, y Tommy también se unió, rodeándonos con sus brazos.
- Estás bien... están bien... - murmuré, apretando a Ellie con fuerza, sintiendo su calor y su presencia real, tangible.
Ellie me sostuvo con firmeza, susurrando palabras de consuelo que apenas podía escuchar sobre el sonido de mi propia respiración
- Todo está bien, Annie. Estamos aquí. Estamos a salvo. -
Finalmente, me separé un poco, mirando a Tommy con una mezcla de incredulidad y alegría. Lo abracé con todas mis fuerzas, sintiendo que un peso enorme se levantaba de mis hombros.
- Tommy... estás a salvo...-
Tommy me devolvió el abrazo, sus ojos brillando con una mezcla de emociones.
- Siempre rebelde Anneliese, sabía que vendrias. -
- Intente buscarte, en el camino encontré a todos ellos - rei
Me separé un poco, mirando a Ellie, luego a Jesse y Tommy, sintiendo una oleada de gratitud y alivio. La ansiedad y el miedo que me habían consumido comenzaban a desvanecerse, reemplazados por la realidad de tener a mis seres queridos a salvo junto a mí.
- Necesito ir a lavarme - dijo Ellie, su voz cargada de agotamiento.
Me alejé un poco, permitiéndole espacio, y observé cómo Ellie se dirigía hacia el baño. Sentí una mezcla de alivio y aprehensión. Sabía que había mucho más por resolver, pero por ahora, Ellie aún no me decía que había pasado
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