Alfa y sigma (Chaelisa)

Dieciseis

Lisa manejaba  de regreso, afortunadamente para su salud cuando se despidieron de los padres de Rosé, el amigo de la sigma, Kang ya no se encontraba, la castaña no sabía como decirle a Rosé que se podrían ir a vivir a su casa, era claro que después de esa semana, ya no habría forma de poderse separar.

-Deberíamos pasar a comprar alimentos, todo lo de mi refrigerador o la mayoría deberá irse a la basura.- Dice Rosé.

-Si, en mi casa igual, hablando de eso.-Lisa hizo una pausa, ya estaban a media hora de llegar a la cuidad.
-¿Te gustaría mudarte a mi casa? estoy en el piso catorce, pero es todo el piso, es realmente grande.- Explica Lisa rascando su cabeza.

-Yo, en realidad preferiría vivir en mi piso, y me gustaría te mudaras conmigo, a mi me cuesta, enserio me cuesta alejarme de mis cosas.- Se justifica Rosé, aunque a lisa no le emocionaba esa idea, la aceptaría por su sigma

-Esta bien, pero, ¿Te gustaría ir a buscar una casa para nosotras? ¿Elegir nuestro lugar juntas?-Sugiere Lisa.

-Esta bien, me gusta esa idea.-Rosé sonrío condescendiente, era cierto, tendrían que buscar una casa que se ajustara a ambas.

-Entonces, pasemos primero a mi lugar, por ropa, y algunas cosas que necesitaré, pero eso si, me gustaría que comenzáramos a buscar la casa de inmediato.- Lisa hablaba sería y Rosé sonrío victoriosa al saber que por lo menos habría conseguido estar un tiempo mas en su hogar.

-Esta bien, hagamos eso.-Responde Rosé, se sorprendió estar tan cercas de su casa.

-¿Te parece conocido?- Lisa sonrío al ver la cara de Rosé, sabia que era eso lo que pensaba.

-Si, pensé que iríamos a por tus cosas.

-Iremos, por aquí está el edificio donde vivo.-Lisa sonrío y colocó su direccional, para entrar al estacionamiento subterráneo de su edificio, cuando encuentra un lugar se estaciona y apaga el motor.
-¿Me acompañas?-Lisa bajaba de su auto, y aunque Rosé solo asintió, quería decir que claro que quería conocer su lugar, el lugar donde vivía, ambas suben al elevador y ven pacientemente como van subiendo piso por piso.

-Te gustaría vivir aquí.-Afirma Lisa.

-Te creo amor, pero me gusta mi casa, tiene todas mis cosas y no se, es mi, es mi lugar.- Rosé quería expresar lo que su casa significaba para ella.

-Te entiendo querida.- Le responde Lisa, tomándola de la muñeca y pegándola a su cuerpo, sonrío al sentir el aroma de su alfa, ese que tanto la embriagaba, cuando ven que el elevador apenas se separaron lo necesario para no tropezar y caer mientras caminaban, Lisa no mentía cuando dijo que su casa era enorme, era toda la planta completa.
Todo era risa hasta que ambas perciben un fuerte pero dulce aroma a sandía.

-¿Que huele tan mal?- Pregunta Rosé, sabía perfectamente que eso no era otra cosa que el aroma de una omega, Lisa se preocupó cuando su sigma la apretó más fuerte.

-Eso es.- Las palabras de Lisa se quedaron en el aire cuando se escuchó una fuerte voz.

-¡Patito!-la voz que llamaba a Lisa pertenecía a una baja y rubia omega.

-Sorn.- Dice Lisa en un susurro, mientras la alfa y la sigma veían a la omega correr a ella.

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