Tiempo Limitado

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—Aprendes rápido -elogio Liu Kang-.

Al ser un nuevo Titan, Liu Kang decidió enseñarle las cosas básicas, si tenía la oportunidad de "enderezar" al Yakuza lo intentaría.

—Tengo... una pregunta -se vería nervioso-.

—¿Que te inquieta? -lo mira curioso-.

—¿Se puede eliminar una enfermedad de una persona?

Frunce el seño y suspira —Tienes la posibilidad de hacerlo, pero he aprendido que el tiempo busca la manera de arreglar las cosas.

—¿Que significa eso?

—Que puedes quitar esa enfermedad pero algo más dañara a esa persona. Hay cosas que por más que queramos cambiarlas es casi imposible lograrlo.

Baja la cabeza —Si no te molesta... creo que hoy deberíamos acabar aquí.

—Lo comprendo, volveré pronto.

Liu Kang se fue en un portal dejando solo al Yakuza, este estando deprimido abrió un portal hacia la mansión de su amigo quien estaba tranquilamente preparando la comida.

—¿No tienes gente para eso? -preguntó con una leve sonrisa al ver a su amigo, se calmo de un momento a otro-.

—Si, pero hoy me siento bastante hogareño -toma dos platos- se que ya no necesitas comer pero...

—Sabes que no despreciare nada de lo que prepares -se sienta en la mesa-.

—¿Aún te ven como amenaza? -deja los platos en la mesa sentándose-.

—Creo que estoy pecando de amigable -toma el cubierto y come disfrutando del sabor- rico...

—¿Tú? ¿El Yakuza más hijo de perra que pueda existir es de pronto el Titan más Flanders que pueda haber?

—No me critiques tan feo -rie- ¿Que esperabas que hiciera cuando me volviera Titan?

—No se, Sodoma y Gomorra, el Apocalipsis, Ragnarok... todo al mismo tiempo. Estaba dispuesto a ser uno de tus Jinetes del Apocalipsis, que fiasgo -come de su comida-.

Niega con la cabeza —Por ahora estoy ocupado aprendiendo todo sobre esto, pero en algún momento ocurrirá tu tan ansiado apocalipsis.

—¿Cuando exactamente? Te recuerdo que ahora eres inmortal, yo no.

—Hablando de eso, tú... tú salud...

Lo interrumpe —No dejo de pensar en la batalla contra las demás Líneas Temporales.

Lo mira sorprendido —¿Porque? ¿Hay algo de malo?

—Por decirlo de algún modo -juega con el tenedor en su comida- todos los Kenshi que ví eran ciegos -lo mira- ¿Perderás la vista?

—Siendo un Titan creo que estoy a salvo de las consecuencias del tiempo -se quita los lentes oscuros y los mira apreciando su reflejo en ellos- no te preocupes por eso -intenta calmarlo-.

—No me preocupa, creo que ciego serías aún más letal que ahora ¿Me devolveras mis lentes algún día?

—No -se los vuelve a poner- es un modo de tenerte cerca.

—¿Tenerme cerca? Desde que te volviste un Titan te la pasas en mi mansión, no entiendo porque, quizás es porque en el maldito videojuego las locaciones de kombate son temblos, restaurantes y exteriores, mi puta casa es la única vivienda viable.

Frunce el seño extrañado —¿Que videojuego? ¿De que estás hablando?

—O probablemente al escritor le da flojera escribir otras locaciones como una persona normal.

—¡Ya! Dilo ¿Cuanta droga te metiste?

—Te prometo que no fue tanta como la última vez, solo un par de pirulas -se talla el ojo- pegan al instante -rie- soy Bulbasaur.

—No me gustaría que siguieras consumiendo por lo delicado de tu salud.

Desvía la mirada como niño regañado —No le des importancia a eso, no es para tanto.

—¿¡No es para tanto!? ¡John, puedes morir!

—¿Que más te da? -se levanta como un resorte, se sentía bastante incómodo- no le doy importancia ¿Porque tú si?

—¡Porque me preocupas! -se levanta y va a su lado tomándolo de los hombros- no quiero perderte...

—Kenshi... -le quita los lentes y los deja sobre la mesa- aún que pueda vivir una vida normal eventualmente moriré, no tendré una existencia tan extensa como la tuya, si fuera de Outworld podría estar contigo un poco más, pero soy Terrano, lo siento... pero haste a la idea de que nuestra amistad no podrá durar más tiempo -se aleja de él-.

—John... -lo sigue- no me hagas esto. P~puedo hacer que vivas por más tiempo, enserio, solo tengo que matar a otra Titanidad para qué tomes su lugar y tengas inmortalidad -intenta convencer con una expresión desesperada-.

—¡Kenshi basta! No quiero tu ayuda -le da un leve empujón haciéndolo retroceder unos pasos- no me interesa vivir por más tiempo -otro empujón- no quiero ser un Dios todo poderoso -otro empujón- ni siquiera voy a las quimios ¿Realmente crees que quiero algo de esto? -lo empuja con ambas manos haciéndolo caer al suelo-.

—Pense que eras mi amigo... -le tiemblan los labios triste-.

—¡Pensé que tú lo eres! Deberías saber que... -suspira y le extiende la mano ayudándolo a levantarse- solo compréndeme, no me interesa si es Shang Tsung o eres tú el que lidere está Línea... solo quiero que todo acabe. Mi vida es una mierda Kenshi, solo deja que esto termine.

Asiente con la mirada gacha —Esta bien, pero... no lo aceleres, no quiero perderte tan pronto.

—Esta bien, sere cuidadoso -bosteza agotado-. Con eso aclarado, lavare los platos -se tambalea por un leve mareo-.

—No -lo carga al estilo nupcial- tienes que descansar, yo me encargaré de eso.

El castaño no objeto, solo recargo la cabeza en el pecho contrario mientras era llevado a la habitación y acostado siendo arropado con toda la paciencia del mundo, no sabe si es por el máximo cuidado de su amigo o por el cansancio, pero sus ojos se cierran de a poco callendo en un sueño muy profundo.

Kenshi se le quedó mirando un rato, le acaricio la mejilla con delicadeza y la alejo un poco, podía sentir el tumor en el cerebro de su amigo, se mordió el labio nervioso, apretó los ojos y eliminó ese pequeño pero problemático mal, las probabilidades de perder aquella amistad eran grandes, aún así valió la pena, no podía arrepentirse de algo así.

Dejó la habitación llendo a la cocina pero un portal se abrió en la sala, extrañado desenvaino su espada hacia esa dirección pero grande fue su sorpresa al ver al Johnny de la Línea de Liu Kang, bajo la espada acompañado de una sonrisa tonta que se formó de a poco en su rostro.

—Here's Johnny...

Mataría Por Tí (Johnshi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora