Parte 1: el admirador

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Año 2054.

En el aeropuerto de Melbourne, una Blue Heeler de unos 37 años discutía con la administradora de los vuelos, ya que la atrasaron su avión debido a una tormenta.

Bluey: Perdóneme, señora, pero estamos en 2054. Los aviones prácticamente vuelan sin piloto, las azafatas son robots, fabrican los aviones con aislantes, ¿y me está diciendo que, por 4 gotas que caen, ya cancelan el vuelo?

Administradora: Lo siento, señora, pero el tiempo predice que va a haber una tormenta y no podemos arriesgarnos a que haya un accidente por cualquier clima adverso.

Bluey: ¡Por favor, cada día están más susceptibles!

Dijo para luego sentarse en una silla de la sala de espera. Cuando se hubo sentado, un hombre con cara de querer saber de ella se acerca. Tenia una libreta en su mano, lo cual significaba que la haría unas preguntas, lo cual no sorprendió a la Heeler.

Bluey Christine Heeler era una cantante famosa en su país. Tenia millones de fans, numerosas canciones y hacia muchos conciertos al año. Recientemente había estado cantando en Melbourne, donde tuvo tanto éxito que las entradas de su concierto estaban agotadas a la mitad de este. Por lo que no se extrañaba que cualquier persona se acercara a ella para hacerla preguntas por cualquier cosa.

Chico: ¿Es usted Bluey Christine Heeler?

Bluey: La misma que viste y canta, amigo mío.

Chico: Verá, soy un gran fan suyo, pero no pude ir al concierto que hizo aquí porque las entradas se agotaron para cuando llegué. Pero quería hacerla unas cuantas preguntas. ¿Tendría tiempo?

Bluey: Claro, precisamente acaban de atrasar mi vuelo. Tengo el tiempo necesario para contestarte.

Chico: ¡En verdad se lo agradezco, señora Heeler! ¡Llevaba tiempo queriendo saber ciertas cosas de usted!

Bluey: Por cierto, ¿cómo te llamas?

Chico: Gary, señora.

Bluey: Encantado de conocerte, Gary. Bueno, ¿qué será lo primero?

Gary: Bueno, verá, siempre he querido saber más que nada cómo fue que consiguió su vocación de cantante.

Bluey se quedó un rato callada. La historia de cómo consiguió su pasión por la música era algo bastante grande para ella y, la verdad, hacía tiempo que no volvía a pensar en ello.

Gary: ¿La pasa algo?

Bluey, ¿Qué? Ah, no es nada, es que... esa historia es bastante larga, así que estaremos un largo rato con eso.

Gary: No me importa, por mí como si esta toda la vida.

Bluey: Muy bien, si tú lo pides, allí voy.

Dijo para comenzar la sorprendente historia de cómo consiguió hacerse cantante. Una historia llena de problemas y recuerdos que la Blue Heeler volvió a recordar con aquella pregunta.

La nube tras la estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora