Al profesor de astronomía Yamaguchi le encanta hablar de su amado esposo Kei... Y los estudiantes del profesor de paleontología Tsukishima se preguntan quién toleraría estar casado con un hombre tan reservado. Pero un pequeño grupo de desafortunados...
Comenzó con una conversación inocente. Yachi no pudo evitarlo: el profesor Yamaguchi era un profesor de astronomía genial . Tenía unos treinta años, pero todavía lucía aretes y una cola de caballo, y usaba los accesorios galácticos más geniales que jamás había visto. Ese lunes en particular, había llegado a clase con una corbata azul intenso, salpicada de tonos turquesa y morado y una cantidad infinita de estrellas. Entonces, por supuesto, tenía que felicitarlo. Pero fue su respuesta lo que desconcertó a toda la clase.
"¡Gracias! Mi esposo me lo consiguió".
Yachi había tomado un sorbo de agua y casi se atragantó con la palabra 'E', afortunadamente recuperó la compostura lo suficientemente rápido como para escuchar a otro estudiante preguntar: "¿Su esposo, señor?"
"Sí", respondió con una sonrisa distraída, encendiendo el proyector. "Tenemos esta tonta tradición. Como llevamos tanto tiempo juntos, los regalos no tienen sentido. Entonces nos compramos cosas relacionadas con nuestros campos. Tengo muchísimas corbatas, camisas, zapatos, todos con estrellas".
Una cosa era tener un profesor genial, pero ¿un profesor abiertamente gay ? Le alegró el día. En realidad, no, le hizo el semestre.
Otro estudiante intervino: "¿Entonces él también es profesor?"
"Así es." Yamaguchi agitó la mano riendo, descartando más preguntas. "Ahora. Comencemos nuestra lección".
Pero eso no impidió que Yamaguchi (les dejó omitir el "Profesor") compartiera cosas sobre su marido sin que se lo pidieran. A lo largo de sus clases, a lo largo de las semanas, aprendieron mucho sobre "el otro Sr. Yamaguchi": se llamaba Kei, le gustaba la buena comida, odiaba los ruidos fuertes y sus gafas siempre se empañaban con vapor cuando tomaba café. Todos los estudiantes tenían esta imagen de Kei Yamaguchi como un hombre tímido y regordete con ojos amables. Cada mención de él hacía que Yachi sonriera para sí misma en su asiento. Lo que daría por tener una linda novia como esa... alguien cuyos ojos rezumaban cariño cuando hablaban de ella.
Pero si bien la clase del profesor Yamaguchi le produjo sentimientos cálidos y confusos, no todos los profesores eran tan... agradables.
El Dr. Tsukishima era muy diferente del Profesor Yamaguchi. Tenía un aspecto muy serio: cabello rubio y corto, ojos penetrantes detrás de gafas que llegaban hasta las cejas y siempre vestía suéteres en tonos tierra. Era sólo su primer año de universidad y Yachi nunca pensó que tendría dos profesores tan opuestos. Mientras el profesor Yamaguchi era afectuoso y sonriente, el doctor Tsukishima era frío y seco.
"Algunos de sus profesores pueden permitirles que se les llame por su nombre", dijo el primer día de su clase de introducción a la paleontología. "Ese no será el caso aquí. Puede referirse a mí como 'Dr. Tsukishima' o, si quieres ser amigable, 'Profesor Tsukishima'. Y antes de que preguntes, no, no veremos Jurassic Park en esta clase".
Yachi descubrió rápidamente que su nombre ni siquiera figuraba en el programa de estudios. ¡Qué profesor tan extrañamente estricto! Más tarde le contó todos los detalles a su compañero de estudio Oikawa, que también estaba en la clase de Yamaguchi.
"Ehh", suspiró, recostándose en la incómoda silla de la biblioteca. "¿Crees que es como Rumplestiltskin? ¿Si descubres su nombre, obtendrás un deseo?
Eso la hizo reír, hasta que un bibliotecario se acercó para hacerla callar, lo que hizo que Oikawa se riera e hizo que ella riera aún más. Realmente tuvieron que dejar de estudiar en la biblioteca.
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