Domingo 4 PM
Melo
Maldita semana de mierda, la migraña no me abandona, me duele cada celula del cuerpo, Antonio no permitira que David me mate, pero definitivamente no tiene problema en permitir que Ray me apalee como un saco de boxeo todos los dias, la bestia que tengo en frente sangra del labio y es la primera vez que lo veo cansado, debe estar tan agotado como yo, me ha molido a golpes hoy, estoy tan agotada que a penas puedo moverme, no se cuanto tiempo tendra sin darse un maldito baño porque apesta, evado sus golpes mas por asco que por miedo.
—Pueden parar.— Nunca he querido abrazar a Antonio mas que en este momento, necesito tomarme algo o me va a reventar la cabeza. — Vamos al campo de tiro, quiero ver que tan bien estan.—
Ay no, hoy no puedo correr, no tengo fuerzas para evadir ninguna bala, deberia dejar que me mate y salir de este problema, no tengo la energia necesaria, siento que voy a desplomarme en cualquier momento. Me duele tanto la cabeza que estoy mareada.
—¿Estas bien, bebe?—Me apoyo en el brazo de Jeff y el contraste entre lo bien que huele el y la peste del maldito animal que tengo detras es impresionante.
—Solo estoy cansada, ¿Me pasas eso?— Apunto a la bebida energetica que deje en el piso del gimnasio y es Antonio quien la alcanza por mi.
—¿Cuando fue la ultima vez comiste, Melo? Solo te he visto tomar esta mierda y no se a que hora duermes porque cada vez que me levanto estas en la mesa trabajando en no se que, te he pedido mil veces que dejes ese trabajo, no lo necesitas, no deberias estar agotandote asi.—
Intento recordar la ultima vez que comi y no me llega nada a la cabeza, tambien se que no he dormido mas de tres horas en las ultimas dos semanas, tengo pesadillas cada vez que lo intento asi que decidi evitaro por completo.— Desayune esta mañana.— miento, no necesito otro sermon, —y he dormido bien, solo estoy cansada de golpear esta bestia.—La cara de desaprobacion de Jeff me dice todo lo que esta pensado, se que no va a decir nada ahora, pero me esperan sus reclamos en cuanto estemos solos.
—Entonces no deberia preocuparme —Si el sarcasmo pudiera sentirse en la piel estaria arrancandome pellejos.— desayunaste, —dice—no es como que el desayuno lo sirvieron a las 5 Am y son casi las 5 de la tarde, tampoco es como que estes apunto de desmayarte.— Me dice.
Ultimamente me ha estado hablando con rabia—Bajas, te atragantas aunque sea un sandwich y nos vamos.—
Sale del gimnasio furioso; seguido por todos y me espero el sermon de Jeff pero no llega, se limita a abrazarme y besar mi frente.
—Vamos a buscarte una empanada.— Dice besandome el hombro.
7:40 PM
Ruth
Alguna maldita culpa es la que debo estar pagando, si crei que el padre estaba loco, el hijo es mucho peor, nos ha disparado tantas veces que el piso parece decorado con casquillos y este no avisa, pone el cronometro y es literal correr o morir, me averguenza que Annett sea la unica que se atreve a dispararle y me preocupa; lo mira con rabia, ha estado a punto de pegarle un tiro varias veces, me pregunto que mierda hara esta gente el dia que si les peguen un tiro en la cabeza a alguien.
Escucho los autos acercarse y el panico se apodera de mis huesos, ni siquiera yo se donde estamos y Antonio dijo que no vendria hoy, los tiros impactan en el cemento desde la camioneta y siento que no puedo moverme, escucho los estruendos y solo veo a Alex por un segundo mientras corre a esconder a Annett, sale de atras de la pared como un maldito poseso sin miedo a la muerte; disparando a las dos camionetas que aun disparan.
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Eros -Borrador
RomanceNo existen salidas si todas las puertas llevan al mismo lugar; Raymond Vargas sabe esto mejor que cualquiera, estar exiliado parecía la oportunidad perfecta para cambiar su vida. -Solo las partes que no le gustan- Pero desaparecer y dejar todo atrás...