Si tan solo Lisa pudiera deshacerse del nudo en su garganta.
No quería arrepentirse, no en este punto, pero había un sensación extraña — como una picazón debajo de la piel — que le decía que tal vez esto era una idea demasiado precipitada y... excesiva.
Jisoo lo había hecho. Claro, ella no recordaba que lo había hecho — para eso era el procedimiento — pero el resto de sus amigos lo hacía, así que era incómodo y raro tratar de no mencionar a la ex pareja que le rompió el corazón a tal punto que decidió borrar todos los recuerdos de la relación.
Tal vez podía irse. Ya había firmado el consentimiento, pero no se lo había entregado a la enfermera todavía. Ciertamente no se daría cuenta si—
"¿Lalisa Manoban?"
"Sí, soy yo," Le entregó el consentimiento firmado. Demasiado tarde.
"Por favor acompáñeme"
Lisa tomó la caja con los recuerdos como le habían instruido traer y entró a la sala. Había un montón de cables y computadoras y una silla para ella. Un auxiliar tomó la caja de sus manos y sacó los recuerdos — un oso de peluche, una taza con la oreja rota, un dibujo y una foto — y empezó a prepararlos para el procedimiento. La enfermera le indicó que se sentara y le colocó unos electrodos en la cabeza, y otro en su dedo para monitorear sus signos vitales.
"Al haber firmado este consentimiento usted autoriza a Brighter Days Inc de borrar los recuerdos de dicha caja. Una vez finalizado el procedimiento, no hay forma de recuperarlos," Ésta recitó. "Le pregunto ahora de manera verbal, ¿usted desea proseguir?"
"Sí"
El doctor tecleó en la computadora y una mapeo de su cerebro apareció.
Lisa cerró los ojos.
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"Está bien, Jungkook. Vamos a jugar otra cosa," Lisa trató de persuadir a su novio. Estaban en el arcade, celebrando su aniversario. "¡Mira, se acaba de desocupar el de matar zombies"
"¡No!," Jungkook siguió maniobrando la palanca, tratando de colocarla en el punto preciso para poder agarrar el premio. "¡Te gustó ese oso y lo ganaré!"
Lisa soltó un suspiro, cansada. "Llevamos una hora en el mismo juego—"
"Hay gente haciendo cola para jugar"
Él se sacudió de hombros. "Pueden esperar"
"¡No, no podemos!," Un padre bufó molesto mientras cargaba a su hija en brazos.
"Amigo, apestas para esto," Un chico de quince años agregó. "Yo le ganaría uno a tu chica con los ojos cerrados," Jungkook le tiró una mirada asesina a través del vidrio de la máquina.
"Estoy demasiado cerca...." Bajó la garra y cayó justo sobre la cabeza del oso. Lo alzó con cuidado y lo llevó hasta el rendija donde cayó con éxito. "¡Ajá!"
