🥊14🥊

1.9K 180 6
                                    

"So why won't you love me?"

𓆝 𓆟 𓆞

-Hola,Jimin. -El rubio le dió una sonrisa a su amigo mientras terminaba de acomodar sus cosas en la silla de a un lado.

Ambos adultos se habían reunido tal cual habían dicho hace un par de días atrás y se habían decidido por un pequeño restaurante, al fin y al cabo lo que más quería jungkook era privacidad, sobre todo por lo que tenía que decirle al rubio.

Se sentía nervioso, pero sabía que debía ser sincero con sus propios sentimientos, tal vez no habían muchas posibilidades de que terminara todo bien, pero valía la pena intentar.

- ¿Cómo has estado este último tiempo?, luego de que te fuiste a Japón no hablamos mucho. -Miró con una sonrisa al castaño esperando su respuesta. Había tanto que hablar y ponerse al día que no sabía por donde empezar.

-He estado bien, un poco cansado por el trabajo. -Tomó un poco del agua que le habían traído hace algunos minutos y dió un sorbo. - ¿Y tú?, ¿cómo ha estado todo? —Dejó el vaso en la mesa de vidrio y miró atento al otro hombre.

—Todo ha estado bien, Woonie va a clases de boxeo ahora, es tan tierno verlo entrenar. —Las mejillas del rubio se sonrojaron al acordarse de la persona que le enseñaba a su hijo, al igual que sus ojos comenzaron a brillar.

—Supongo que Yoongi es el que le enseña. —En su tono de voz se podía notar lo receloso que estaba, no podía evitarlo, estaba tan enojado consigo mismo por haber sido un imbécil y haber dejado al bailarín por alguien que definitivamente no valió la pena.

Jimin soltó una corta risa nerviosa por la mención del pelinegro. —Si, él se ofreció y Woonie se ve muy feliz. —De su bolso sacó su celular, para después comenzar a buscar algo en el. —Mira, estas son algunas fotos que he sacado en sus entrenamientos. —Le mostró la pantalla y en está se podía ver a Yoongi enseñándole movimientos básicos del deporte al más pequeño.

— ¿Cómo lo conociste? —El rubio guardo su celular y con una sonrisa en su rostro le respondió.

—En una pastelería, Woonie pensó que era Bowser y lo trajo a rastras a mi lado, fue tan tierno. —Su corazón comenzó acelerarse al recordar ese momento al igual que no pudo evitar sonrojarse aún más al recordar todo lo que había pensado esa vez al ver tal hombre siendo arrastrado por su lindo hijo.

— ¿Y ahora están juntos?, por lo que vi el otro día parecían bastante cercanos. —No quiso sonar celoso, pero le fue tan imposible no serlo cuando veía como jimin se sonrojaba y sonreía con la sola mención de ese boxeador.

Le ardía por dentro, era una sensación que le provocaba náuseas de solo darse cuenta lo celoso y posesivo que se sentía con una persona que no era suya, de alguien que sabía que jamás sería suyo y nunca lo vería más que un amigo.

Lo que más le molestaba era pensar de forma constante que hubiera sucedido si el no hubiera sido tan ingenuo e iluso para haberle creído a esa mujer. Tal vez si el no se hubiera ido con ella, tal vez si no hubiera tomado la decisión de terminar todo lo que tenía con jimin; todo sería diferente.

Pero ya no había un tal vez en el cual pensar, las decisiones ya fueron tomadas y por más que se arrepintiera ahora no había vuelta atrás. Lo único que le quedaba era intentar.

—La verdad es que es un poco complicado definir nuestra relación, pero ambos sabemos que nos gustamos mutuamente, así que supongo que estamos en esa fase en donde aún estamos conociéndonos. —Refrescó su garganta con un poco de agua que le habían traído y con una sonrisa miró a su amigo.

Bᴇᴛᴛᴇʀ ᴍᴀɴ«ʏᴏᴏɴᴍɪɴ»|ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora