Cap:20

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Una gran parte de mí, por no decir toda, quiere dar a esto una oportunidad, porque ella la quiere. Pero otra mínima parte de mi quiere huir lejos, esconder la cabeza y proteger mi corazón. Pero no quiero esconder la cabeza y pasarme el resto de mis días pensando en lo que podía haber sido. ¿Y si es ella mi otra mitad y por miedo la pierdo? Porque amar no es felicidad a todas horas; es dar a alguien el poder de herirnos, pero confiaré en ella para que no lo haga. Y eso requiere un riesgo. Un riesgo que me estoy planteando.

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Ayer por la noche volvió de su viaje y hoy le vería por fin. Estoy nerviosa porque hoy voy a pedirle que salgamos a cenar y se lo voy a decir. Pero lo peor va a ser estar toda la mañana con ella y no hacerlo. Pero tendría que disimular hasta la noche. Así que me preparé como un día normal, con mis vaqueros y camiseta. Aunque esta vez decidí ir en mi moto ya que necesito sacar energía y relajarme. Y para eso no hay nada mejor que sentir el viento contra la cara, sentir la libertad.

Llegué más tranquila al gimnasio e intentando no pensar en lo que podía pasar esta tarde, porque en mi cabeza sólo pasaban catástrofes...

-Buenos días, Víctor. ¿Ha llegado alguien? - esta pregunta se había convertido en una rutina. Me gusta saber quiénes habían llegado ya.

-bestia, Escurridizo y todos los entrenadores - respondió.

-Perfecto - dije más tranquila a saber que no estaba Yuri. Me fui a mi despacho.

En el camino pude observar al bestia maltratando el saco grande y al Escurridizo con las pesas. El Escurridizo es un hombre más bien delgado pero fibroso y todavía no he preguntado el porqué de su nombre; pero tengo dos teorías. O que es imposible mantenerlo en una llave o por la sensación de pelo grasiento que da su melena oscura. Un día de estos lo voy a saber.

Entré en mi despacho e intenté ponerme al día con el correo que me esperaba en mi escritorio. Pero mi cabeza estaba en mi contra y volvía a pensar en Yuri y esta noche. Sobre todo, en si hacer la cena en mi casa o no. Porque no quiero que ella espere que por decirle que lo quiero intentar se crea que me quiero acostar inmediatamente con ella. Porque esta vez quiero ir despacio. Pero tampoco me hace una gran ilusión ir a un restaurante y que nos oigan; o encontrarme a los toca huevos de los fotógrafos y mucho menos que oigan nuestra conversación y sepan que todo era una farsa.

Las siguientes horas las pasé entre papeles y pensamientos. Pero me apeteció algo de dulce, así que decidí bajar al supermercado que había calle abajo y coger lo que tuviese más pinta de obstruirlas venas. Pero al salir del despacho no me esperaba ver tan pronto a Yuri. Y menos todo sudada y sin camiseta; con esos pantalones en la cadera que dejaban ver su V. Con todo el cuerpo húmedo, los músculos marcados y esa mirada de concentración fiera, pensé que no tenía que bajar al supermercado por un dulce, porque después de ver esto, nada podría mejorarlo, ni siquiera una buena cantidad de calorías saturadas.

Y sin poder evitarlo me acerqué a ella. Yuri lo notó y dejó de entrenar para mirarme fijamente con esos ojos intensamente negros con una interrogación en ellos. Ya que es ella quien se suele acercar a mí. Pero no puede evitarlo y mentalmente envié a la mierda todos los planes para esta noche, el discurso que tenía preparado y por primera vez fui yo quien tomó la iniciativa y juntó nuestros labios. Puse las manos en sus sudorosos y duros pectorales; ella no vaciló y colocó sus manos enguantadas en mis caderas. Fue un beso desesperado, como si hubiéramos estado separadas una eternidad. Como el de un marinero que ha pasado meses en el mar y por fin vuelve a tierra firme. A casa.

Podía haber pasado besándola toda la eternidad. Las demás personas del gimnasio empezaron a vitorear rompiendo el momento.

-Si me recibimiento es así, voy a tener que viajar más a menudo - dijo Yuri todavía con nuestros labios a centímetros y sin dejar de mirarme fijamente.

-Quiero intentarlo contigo - dije sin tener que especificar, porque ella ya lo entendía. - Te lo quería decir esta noche con una cena pero al vert.. -me silenció con un beso.

-Me encanta que no te hayas podido resistirte y sobre todo - suspiró - porque iba a ir a hablarte más tarde para decir que esta noche mi madre nos había invitado a la fiesta que celebra en su casa y no creo que hubiese lo mejor para solucionar este tema. Además, me alegro, me encanta saber que esta noche cuando vayamos cogidas de la mano será porque realmente estamos juntas y que, aunque tú digas que no eres mía - dijo volviendo a besar mis labios para impedir la réplica- todo el mundo si lo creerá y no veas como me pone eso - dijo guiñándome un ojo en broma y haciendo aparecer una sonrisa en mi rostro.

Después de que me diera otro beso, me volví al despacho, olvidando los dulces, atontada. Lo había hecho y todo había salido bien, aunque no hubiera seguido el plan. Bueno, lo único malo es que esta noche me tocaría estar en una casa con gente desconocida, la madre y acosadora de Yuri. No pude evitar un escalofrío al pensarlo. Pero ella estaría conmigo, no estaría sola. Seremos ella y yo contra el mundo.

Hola les dejo esto por aquí y me voy lentamente 🐌

TUYA-adaptación(YULERIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora