Después de horas de espera angustiosa en la sala de emergencias, Jin finalmente fue llevado a una habitación, donde el médico le informó sobre la devastadora noticia. Sus peores temores se hicieron realidad cuando el médico le dijo con voz grave que el bebé que llevaba en su vientre, con quince semanas de embarazo, no había sobrevivido.
Un agudo dolor se apoderó del pecho de Jin, como si su corazón se hubiera hecho añicos en mil pedazos. Era un dolor que iba más allá de las palabras, más allá de la comprensión. Era un dolor tan profundo y abrumador que amenazaba con consumirlo por completo.
Las lágrimas brotaron de los ojos de Jin, desbordándose sin control por sus mejillas mientras luchaba por procesar la devastadora realidad de lo que acababa de escuchar. Cada latido de su corazón era una punzada de dolor, cada respiración un recordatorio constante de la pérdida que había sufrido.
Jungkook, viendo el sufrimiento de Jin, se acercó y lo abrazó con fuerza, sintiendo el peso de la tristeza y la desesperación en el cuerpo tembloroso de su amigo. No había palabras que pudieran consolar a Jin en ese momento, pero el simple gesto de estar allí, de sostenerlo en su dolor más profundo, era todo lo que podía ofrecer.
Jin se aferró a Jungkook con desesperación, sus sollozos resonando en la habitación mientras el dolor se apoderaba de él. Era un dolor físico y emocional, una herida abierta que nunca sanaría por completo. Pero en medio de la oscuridad, en medio del abismo de su sufrimiento, estaba Jungkook, ofreciendo un rayo de luz y consuelo en la tormenta de su dolor.
Para Jin, el peso de la culpa era abrumador. Recordaba claramente el momento en que se enteró de su embarazo, una mezcla de shock y pánico lo invadió de inmediato. La idea de ser padre en ese momento lo llenó de miedo y ansiedad, y la primera reacción que tuvo fue la de querer abortar.
Sentía que merecía ese castigo por pensar de esa manera y por su infidelidad, por haber traicionado la confianza de Namjoon y haberse involucrado en una relación que nunca debió haber existido.
Ahora, mientras yacía en la cama del hospital, enfrentando la pérdida de su hijo, el peso de sus decisiones pasadas lo abrumaba. Se preguntaba si esto era su castigo por haber considerado la posibilidad de abortar, por no haber tenido la valentía de enfrentar las consecuencias de sus acciones desde el principio.
Cada lágrima que derramaba era una penitencia, cada gemido de dolor era un recordatorio de sus errores pasados. Se sentía atrapado en un torbellino de autodestrucción, consumido por la culpa y el remordimiento.
Jungkook, observando la lucha interna de su amigo, se sintió impotente ante su dolor. Quería consolarlo, quería decirle que no era su culpa, pero sabía que las palabras no serían suficientes para calmar la tormenta de emociones que atormentaba a Jin.
Al verlo llorar y gritar desesperado las enfermeras optaron por cedarlo para que descansará después de esa larga noche. El azabache se despidió cuando lo vio dormido y se marchó para también descansar un poco.
Jungkook entró en la casa con pasos pesados, el peso del dolor y la preocupación por su amigo pesando sobre él como una losa al sentirse culpable del aborto espontáneo de Jin. Al ver al señor Kim en el sofá, su rostro reflejando cansancio y preocupación, se acercó con cautela.
— Papá, necesito hablar contigo —dijo Jungkook, su voz temblorosa con la emoción contenida.
El señor Kim levantó la mirada, sus ojos cansados encontrándose con los de Jungkook con una mezcla de sorpresa y anticipación.
— ¿Qué pasa, Jungkook? ¿Qué sucedió? —preguntó el señor Kim, su tono lleno de preocupación.
El menor se sentó junto a su padre, inhalando profundamente antes de comenzar a relatar la terrible noticia que había recibido.
ESTÁS LEYENDO
The theacher|| Kookjin
FanficEn la oscuridad de una noche cargada de excesos y arrepentimientos, Kim Seokjin, un respetado profesor universitario, se encuentra envuelto en un torbellino de pasión y errores. Bajo la influencia del alcohol y la euforia, Seokjin sucumbe a los enca...