III

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Estaba incómodo sentado en aquel sillón, siendo observado por el mayor de los dos, quien era ni más ni menos que mismísimo Jack Conway, su jefe, que lo miraba curiosamente al oficial

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Estaba incómodo sentado en aquel sillón, siendo observado por el mayor de los dos, quien era ni más ni menos que mismísimo Jack Conway, su jefe, que lo miraba curiosamente al oficial.

10 minutos antes

A Gordon se le cayó la mandíbula al ver a su jefe en la puerta, no se lo esperaba y mucho menos en la casa de Gustabo, un montón de dudas le surgieron pero una voz resonó cuando el mayor de los dos habló, sacándolo de sus pensamientos.

- ¿Gordon? ¿que coño haces aquí? - preguntó Conway con una bolsa de basura en la mano.

- Jefe, ¿cómo va? - dijo nervioso, no se esperaba nada de esto - espero no molestarlo, vine a verle a Gustabo, me han dicho que estaba enfermo y quise pasar a verificar que estaba todo bien - y era la verdad, estaba muy preocupado por ese rubio.

- ya veo, Gustabo está dentro - dijo molesto para pasar por su lado dándole el paso libre a la casa.

Actualidad

James se cuestionó si había sido lo correcto haber venido, aún no sabía el porque su jefe estaba en la casa del rubio, era extraño, ellos dos no eran muy cercanos y era más, parecían dos desconocidos en comisaría, algo no le cerraba.

- iré a llamar a Gustabo, no soporto ver la cara de gilipollas que me llevas - Conway se levantó del sofá para perderse por un pasillo, dejando al moreno solo en la sala, soltando un fuerte suspiro al ver que el mayor se había ido.

Trás unos 10 minutos esperando vio salir al de cabellera rubia salir del mismo lugar donde había desaparecido su jefe, se levantó de su lugar y agitó su mano en forma de saludo a distancia; Gustabo lo miraba sonriente, tenía sus ojos levemente hinchados y rojos, antecedentes de la noche anterior que no pudo ocultar.

- pero bueno, gordis, ¿que te trae por aquí? - dijo el de ojos claros inquieto, no se esperaba la visita de ese oficial y mucho menos en su casa.

- lamento si te incomode, corazón - rasco su nuca y sonrió nervioso a lo que Gustabo negó rápidamente con sus manos apresurado, no quería que hubiera ideas equivocadas - quería saber si estabas bien, Isidoro me ha contado que estabas enfermo y quise pasar a ver cómo estabas.

Algo en el interior del rubio se revolvió, pegando un huelco y volviendo a su lugar, un leve sonrojo se asomó en sus mejillas, dónde solo pudo reír nervioso bajando su cabeza para volver a ver a los ojos al moreno - vaya, Isidoro resultó ser tremendo sapo, pero muchas gracias, me siento mucho mejor.

Pero Gordon dejó de existir y escuchar, luego de que Gustabo lo haya visto con esos ojos celestes que tenían un brillo característico que lo hacía especial a los ojos del moreno, nuevamente quedaron estáticos viéndose uno al otro, perdiéndose en los ojos ajenos del contrario.

sin saber que había un tercero viendo esa escena de lejos, no muy convencido de la situación que estaba presenciando.

...

El día estaba tranquilo, no había mucho por hacer más que ordenar los informes del día de ayer y hoy, un suspiro largo salió de los labios del moreno, recargandose sobre el escritorio frente suyo. La tarde de ayer había sido magnífica de solo haber visto al rubio, apesar de haber notado sus signos de haber estando llorando, y que su jefe vive con el, todo había ido bien.

Pero la espina en su garganta de haber imagino a Gustabo llorar no le sentó bien, quería saber si el estaba bien, pero no solo de su salud física. Estaba aturdido, últimamente sus pensamientos solo giraban alrededor de ese inspector, ¿le molestaba? no, claro que no, y ese era el problema.

- Estoy jodido.

Sentimientos cruzados - gortabo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora