Una fogata con recuerdos.

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El crepitar del fuego acompañaba el silencio de la noche mientras Marcus afilaba la daga con movimientos precisos y metódicos. Cada rasguño en la hoja traía consigo un recuerdo agradable de su esposa, pero también un sentimiento de propósito: proteger a su hijo en un mundo lleno de peligros.

Deimos, por su parte, se sentía raro por la tranquilidad de la noche y la belleza del cielo estrellado. Las estrellas parecían susurrarle secretos antiguos y misterios por el deberá descubrir. Se sintió reconfortado por la presencia de su padre y la sensación de seguridad que le brindaba estar junto con él a pesar, que no hablan mucho se siente bien estar junto con él.

-Tu madre le gustaba ver las estrellas -Dijo Marcus, interrumpiendo el silencio y llamando la atención del joven -Cada vez que lo hacía, ella siempre me decía "Cada estrella tiene su propia historia y su propio destino. Y así como ellas, todos tienen un camino por recorrer." – le dijo mientras seguía afilando la daga.

Deimos asintió y dio una gran sonrisa, se acercó más a su padre y le pregunto a su padre - ¿Crees que algún día descubriré mi propósito, padre? -

Marcus dio una muy ligera sonrisa y colocó la daga a un lado. Iba a levantar un brazo y ponerlo en su hombro, pero se arrepintió en el último segundo y solo volvió con la daga.

No expreso esa pequeña muestra de amor a su hijo, no porque no lo quiera. Si no porque se le hace difícil expresar cualquier afecto. porque en su infancia, ah él pocas personas le expresaron muestras de afecto sobre todo su Horrible padre. La que hacía eso era su esposa Violeta la cual era quien iniciaba todo afecto de amor.

-Estoy seguro de ello, todos tienen un propósito en la vida sea grande o pequeño– respondió con una voz mucho más tranquila. Esa frase la dijo una vez su hermano en la gran guerra.

El joven asintió, sintiéndose reconfortado por las palabras de su padre. Sabía que, sin importar lo que el futuro le deparara, siempre tendría a su padre a su lado, guiándolo y protegiéndolo. Aunque una parte de él, gustaría que su padre pudriera expresarle el mismo amor que lo hacia su madre, cual extrañaba mucho.

Marcus al fin termina de afilar la daga y se lo da a su hijo, él se sorprende mucho porque era la daga de su madre.

- ¡Increíble, muchas gracias padre! – Expreso con alegría mientras veía con detalle la daga -No puedo creer que me des... ¿Por qué no te la quedas para ti? – Pregunto.

-Tu madre hubiera querido que la tuvieras, y ella decía que la daga esta encantada, no recuerdo con que encantamiento, pero se que es poderoso porque ella lo uso- Respondió

Deimos decide guardar la daga en su mochila luego se acuesta de nuevo en el pasto, pero ahora cerca de su padre, ve de reojo la lanza carmesí que porta su padre.

- Padre, te puedo pregunto algo – Dijo sin dejar de ver la lanza.

- ¿Qué? - Respondió sin mirarlo.

- ¿Cómo conseguiste esta lanza? – pregunto con inocencia y apuntando a la lanza.

Marcus solo da un fuerte suspiro y recuerda a una persona que antes portaba la lanza... Su hermano mayor Deimos.

Marcus sintió un nudo en la garganta al recordar el origen de la lanza carmesí. La mirada fija de en el arma provocó recuerdos dolorosos que habían estado en lo más profundo de su corazón durante años.

-Esta lanza...- comenzó Marcus con voz temblorosa -Fue antes de tu tío, mi hermano mayor, Deimos - El menor observaba a su padre con sorpresa, sin saber qué decir ante la revelación.

-Tu tío, era un guerrero formidable - continuó Marcus, su voz cargada de emoción -Él portaba la lanza en las batallas que libró en la guerra. Fue un símbolo de su coraje para El Clan del Lobo-

Los recuerdos de su hermano mayor inundaron la mente de Marcus, trayendo consigo emociones encontradas de dolor y felicidad. Recordaba las veces que lucharon juntos en el campo de batalla, compartiendo el vínculo especial, que a pesar de no ser hermanos de sangre ellos se querían como uno.

-Pero un día, en la Batalla por la liberación de la Ciudad Capital, tu tío Deimos cayó en combate - dijo Marcus con voz quebrada -Me quede con la lanza después de encontrar su cuerpo y yo... - se detuvo, por unos segundos revivió ese horrible momento, pudo ver por unos segundos vio a hermano siendo asesinado en frente de su clan.

Deimos escuchaba en silencio, sintiendo una oleada de tristeza por la historia de su tío y la tristeza que llevaba su padre su corazón.

-lo siento, mucho- murmuró Deimos, sin saber qué más decir ante la revelación de la verdad.

Marcus le sonrió con tristeza y bebió un poco de la cantimplora que lleva en su cinturón solo era un trago de un vino de una tierra lejana.

-No tienes por qué disculparte- dijo con su voz gruesa, pero con un ligero tono dulce -Es importante que sepas la verdad sobre esta lanza y sobre tu tío. Ahora, es hora de descansar. Aun queda mucho recorrido por hacer.

Con el fuego crepitando a su lado, padre e hijo se acomodaron para pasar la noche. A pesar del dolor y la pérdida que habían enfrentado en el pasado, sabían que estaban unidos por lazos de amor y familia, listos para enfrentar juntos cualquier desafío que el futuro les deparara.

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⏰ Última actualización: Mar 11 ⏰

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Marcus De Lobo y MarcusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora