"¿𝗣𝗿𝗲𝗺𝗶𝗼 𝗼 𝗰𝗮𝘀𝘁𝗶𝗴𝗼?" | 𝖠𝗅𝖽𝗈𝗂𝖾𝗋

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Aldo se despertó y lentamente se frotó los ojos con las manos, al abrir sus ojos vió como Roier estaba dormido, pero Roier lo estaba abrazando, Aldo se sonrojó y solo miró a la cara de Roier, necesitaba asegurarse de que esa no fuera una broma de mal gusto, ya que si es era el caso, Aldo se sentiría nervioso por explicar su reacción.

Aldo al ver a Roier así decidió aprovechar y le dió un pequeño beso en el cachete, iba a darle el beso en un lugar más... Exclusivo, pero decidió no hacerlo, ya que si Roier descubría que lo había hecho, Aldo sentía que Roier se enojaría.

𝘊𝘭𝘢𝘳𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘰 𝘯𝘰 𝘦𝘳𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘯𝘢𝘥𝘢 𝘦𝘭 𝘤𝘢𝘴𝘰...

Aldo solo se resistió y abrazó a Roier por la espalda y se volvió a quedar dormido, ahora los dos chicos estaban en posición de cucharita, Aldo era la más grande y Roier la pequeña.

Después de un par de horas, Roier despertó, al ver en qué posición estaba con Aldo se sonrojó y levanto rápidamente pero a la vez con cuidado de no despertar a Aldo.

¿𝘘𝘶𝘦́ 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘯𝘥𝘰?

Roier no sabía como ni cuando había pasado esto, tantas emociones lo estaban abrumando, ¿Aldo realmente sentía algo por él? ¿Roier estaba listo para esto?

¿𝙍𝙤𝙞𝙚𝙧 𝙚𝙣 𝙧𝙚𝙖𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙦𝙪𝙚𝙧𝙞́𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙤...?

Roier estaba preocupado, más de lo que quisiera, solamente esperaba poder aclarar todas sus dudas, ¿Por qué no podía solo vivir una vida normal...?

Roier se apartó de sus pensamientos cuando escuchó que tocaban el timbre, no esperaba visitas así que pensó que se habían equivocado de casa.

Roier solo se acomodó el pelo tratando de esconder que a las dos de la tarde se había recién despertado, abrió la puerta y había un tipo con una caja.

-¿𝘈𝘲𝘶𝘪́ 𝘷𝘪𝘷𝘦 𝘭𝘢 𝘴𝘦𝘯̃𝘰𝘳𝘪𝘵𝘢 𝘔𝘦𝘭𝘪𝘴𝘴𝘢?

Oh-por-dios...
Roier había olvidado por completo que había comprado ese vestido por televisión...

-𝘖𝘩, 𝘤𝘭𝘢𝘳𝘰, 𝘦𝘴 𝘮𝘪 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘦𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘢, 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘮𝘦𝘭𝘰 𝘢 𝘮𝘪́- Dijo Roier improvisando, mientras tomaba la caja - 𝘊𝘭𝘢𝘳𝘰, 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘧𝘪𝘳𝘮𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘰 - Dijo el repartidor mientras le daba una hoja de papel.

Roier firmó todo y entró a casa con la caja en manos, al entrar suspiró y con un poco de problema sostuvo la caja, se acercó a su cuarto y abrió la puerta, pensaba dejar la caja en la cama, pero, "oh, sorpresa".

Aldo estaba parado enfrente de su cama cambiándose, Roier había olvidado por completo que Aldo estaba en su cuarto, y lo que más le sorprendió fue ver cómo Aldo solo estaba en bóxers, su esbelta figura, ese pecho el cuál estaba marcado debido a las recientes rutinas de ejercicio que había echo y que sólo había imaginado en sus sueños más eróticos, esos brazos los cuales soñaba con que lo atraparan entre una pared, lo ahorcaran o solo lo tocaran...

Ahg... Estos pensamientos siempre lo invadían en los momentos más inoportunos...
En estos momentos Roier odiaba su forma de ser...

Regresando a la realidad, Roier estaba perdido con su mirada en el cuerpo de Aldo, Aldo estaba sonrojado y avergonzado a más no poder, tanto, que hasta le había crecido una erección.

Aldo al notar eso se puso extremadamente nervioso y trató de tapar su erección con sus manos, del otro lado, Roier al notarlo solo mordió sus labios.
Sabía que esta era su oportunidad, este era el momento exacto para hacer ver a Aldo lo mucho que lo deseaba...

𝙀𝙨𝙩𝙖 𝙚𝙧𝙖 𝙨𝙪 𝙤𝙥𝙤𝙧𝙩𝙪𝙣𝙞𝙙𝙖𝙙...
𝙇𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙙𝙤 𝗲𝘀𝙥𝙚𝙧𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙖𝙣̃𝙤𝙨
𝙀𝙨𝙚 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙝𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙡𝙡𝙚𝙜𝙖𝙙𝙤

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Holaa, ¿Como andan?, yo muy bien, y espero que ustedes también.

Espero y me perdonen por la tardanza y por el capítulo tan corto, es que quería agregarle suspenso.

Pero bueno, gracias a la gente que ha leído, comentado y votado en los capítulos, de verdad lo aprecio mucho.

Y de igual forma le agradezco a la gente que estuvo esperando este capítulo, muchas, pero de verdad, muchas gracias por todo el apoyo que he recibido.

Con todo eso dicho, me despido, chauu ♡♡

𝗣𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀: 𝟨𝟩𝟩