Los vampiros y los lobos siempre se han llevado mal, o al menos eso es lo que se lee en los viejos libros de historia sobrenatural.
Pero si eso fuera verdad, entonces...¿por qué el frío y muerto corazón de Pavel comenzaba a latir con fuerza en su p...
Hace millones de años cuando se creó la vida, las personas que habitaban en el mundo se dividieron en dos especies: los humanos y los sobrenaturales.
Al principio ambas especies vivían en paz y armonía hasta que los humanos comenzaron a crecer con temor a lo desconocido, fue ahí cuando los sobrenaturales decidieron crear su propia vida lejos de ellos creando un enorme muro que dividiera ambos mundos.
Por más de mil años los sobrenaturales vivieron en paz entre ellos, todo fue gracias a la creación del concejo mayor, quienes era una agrupación compuesta por el líder de cada clan sobrenatural.
Hasta que aquel día llegó.
Por mucho tiempo buscaron una explicación o motivo por el que aquella desgracia sucedió, pero hasta la actualidad no se tienen respuestas.
Una noche, mientras todos dormían, el clan de los licántropos enloqueció. Se cuenta que aquella noche donde la luna brillaba muy alto en el cielo, se podían ver muchos lobos de distintos tamaños y colores corriendo por terrenos ajenos al suyo, iban aullando incansablemente a la luna y destruyendo todo a su paso. Lastimosamente con ello, se llevaron las vidas de muchos sobrenaturales de distintas especies.
Como medida de prevención, el resto de sobrenaturales pertenecientes al concejo tomaron la decisión de destituir al líder del clan licántropo y con ello exiliar a todos los lobos fuera del muro, lanzándolos como perros sarnosos hacia el mundo humano.
Nunca más se supo de ellos, y por varios años fue así.
Con el pasar del tiempo y las épocas, se creó una escuela privada para seres sobrenaturales con la finalidad de que todas las especies convivan en paz y armonía, para poder evitar futuras tragedias. La Institución Clanginns es actualmente la única renombrada escuela/internado privada que abarca más de 200 especies de sobrenaturales.
La institución divide los dormitorios en diferentes sectores según el distinto clan sobrenatural. Y tal cual una película cliché de humanos, entre los distintos clanes siempre está aquel que resalta sobre los demás, el llamado "grupo popular", en este caso, el Clan de Vampiros.
Siempre se ha conocido que los vampiros suelen ser algo distantes a los demás clanes, tal vez por el hecho de haber vivido más años e incluso por haber sido la primera especie sobrenatural en ser creada.
Los vampiros suelen ser muy fríos y rígidos con respecto a relacionarse con las demás especies, por lo que es difícil verlos por el campus de la institución solos o con alguien que no sea de su propio clan. Además el hecho de que siempre, durante el día, lleven lentes oscuros o paraguas que les eviten la molesta luz solar, ya les daba una imagen de ser algo pretenciosos y engreídos.
Cada clan posee un líder innato que se encarga de controlar a su especie dentro de la institución, ellos casi siempre suelen ser los hijos de los líderes del concejo general del mundo sobrenatural. Y claro que este también es el caso del clan vampiro.
Pavel Vodrak es un vampiro original, llamado así a aquellos nacidos y no convertidos, e hijo del líder vampiro del concejo sobrenatural, Reval Vodrak. Pavel tiene ciento cincuenta años de edad y ante los ojos de todos es el vampiro más hermoso que haya existido en su mundo jamás, su belleza es incomparable, sobre todo por aquellos llamativos ojos color carmesí.
Muchos jóvenes sobrenaturales de distintas especies han intentado coquetear con él, pero simplemente Pavel no parece estar interesado en tener pareja, y realmente nunca lo ha estado. Piensa que el amor es una idiotez y algo que le hará perder el tiempo, así que lo único importante para él es practicar y aprender lo suficiente para convertirse en el próximo líder vampiro de su clan.
Mientras tanto, al otro lado del muro, el clan licántropo cansado de miles de años de exilio decidió por fin luchar por sus derechos. Y tras una ardua pelea contra el concejo lograron obtener el permiso para volver al mundo sobrenatural, aunque bajo ciertas condiciones.
Cuando las demás especies se enteraron que ahora debían convivir con aquellos a los que alguna vez les dieron la espalda, el miedo comenzó a sucumbir entre cada clan, temerosos por que la masacre de aquella trágica noche hace miles de años volviese a ocurrir.
Pero el clan licántropo había cambiado, ya que tras muchos años de convivir con los humanos, ellos habían vuelto al mundo sobrenatural luciendo algo...diferentes.
Así que cuando las puertas del muro que les dividía se abrieron, todos esperaron ver entrar a una manada de monstruos grandes y peludos con largos colmillos salidos y llenos de sangre.
Pero nada ni nadie los preparó para lo que vieron entrar en su lugar.
¿Acaso esos eran un grupo de...humanos?
O al menos eso era lo que parecían, un simple grupo de humanos que vestían ropas modernas y usaban tecnología humana como si fuese algo normal para ellos.
Entonces era más que claro...los licántropos definitivamente habían cambiado.
La Institución Clanginns, siendo una renombrada escuela privada que promovía la interacción y relación entre especies, y que prohibía la discriminación entre clanes, claramente se sintió obligada a abrir sus puertas hacia los más jóvenes de aquel clan que había vuelto a su mundo después de miles de años de exilio.
Pavel Vodrak siendo el futuro líder del clan vampiro, creció influenciado por las historias de odio y repulsión hacia el clan licántropo, por lo que la noticia de tenerlos como nuevos compañeros de clases no le sentó nada bien.
Claro que todo cambió, tal vez de un momento a otro, y probablemente desde el momento en cuanto vió a aquel lindo chico alto de sonrisa brillante y hermosos ojos color ocre entrar por la puerta principal de la institución.
Los vampiros y los lobos siempre se han llevado mal, al menos eso es lo que los viejos libros de historia sobrenatural siempre mencionan. Entonces, ¿por qué Pavel sentía su frío corazón latir con fuerza en su pecho cada vez que veía a ese tierno cachorrito sonreír?
. . . . . .
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
