Cap 3

110 18 47
                                    

Entre luces y sombras

La pesadez en mi pecho apenas me dejaba respirar. Me encontraba despierta o eso es lo que creía, y al contemplar el ventilador con luz encajado en el techo, intenté moverme pero me fue imposible hacerlo.

Inmóvil, paralizada, sin poder emitir palabra alguna y con la desesperación de quedarme en un eterno sometimiento. Me horrorizaba.

Hasta qué punto uno era dueño de sí mismo, si apenas mis ojos se fijaban hacia un costado, ellos estaban observándome y alimentándose de mis temores, de mi vitalidad, de mí.

《¿Cómo puedes temer a seres tan inferiores a ti, hottie?resonó una voz cautelosa y medio grave, asomándose hacia mi oído, erizando gran parte de mi piel.

La oscuridad se espesaba a mi alrededor, envolviendo mi cuerpo con una sensación gélida y opresiva. Los seres sombra, espectros de una realidad desconocida, se erguían ante mí con sus contornos difuminados y sus ojos incandescentes brillando en la penumbra. Sus formas parecían fluctuar entre lo tangible y lo etéreo, como si estuvieran atrapados en un estado intermedio entre mundos.

Al observar más de cerca, pude distinguir detalles inquietantes: sus figuras se retorcían y sus extremidades se alargaban en sombras serpentinas que se contorsionaban en el aire. Emitían un zumbido sordo y discordante.

Intenté moverme, gritar, hacer cualquier cosa para liberarme de mi parálisis, pero mis músculos se negaban a responder y mi voz se ahogaba en mi garganta. Me sentí atrapada en un torbellino de miedo y desesperación, incapaz de escapar de la implacable presión de los seres sombra que me rodeaban.

Entonces, la voz resonó nuevamente, rompiendo el silencio sepulcral con su tono cauteloso y seductor.

《Ellos deben temerte a tivolvió a escucharse con una seductora vibración que parecía embelesarme, enviando escalofríos por mi espina dorsal. La voz parecía emanar de todas partes a la vez, llenando el espacio con su presencia ominosa.

Con un esfuerzo sobrehumano, logré ladear mi cabeza en búsqueda del origen de aquel sonido; una figura oscura y etérea se deslizaba de un lado a otro. Apenas visible entre las sombras que me rodeaban, pero sus ojos ardían con una intensidad sobrenatural, fijos en mí con una mirada penetrante que parecía atravesar mi alma.

Fue entonces cuando algo cambió en mi interior. Una chispa de determinación se encendió en mi pecho, disipando la niebla de miedo que me había envuelto. Con un grito de fuerza y ​​voluntad, logré liberarme de la parálisis que me había mantenido inmóvil, y me levanté del sillón con una determinación feroz.

Los seres sombra, al ver mi valentía, retrocedieron en la oscuridad, disolviéndose en la nada con un susurro sibilante.

A pesar del desconcierto que me envolvía, una certeza se afianzaba en mi mente: lo que acababa de experimentar no era una simple alucinación. Y ahora, armada con este conocimiento, estaba decidida a descubrir la verdad detrás de los misterios que me rodeaban.

El living se encontraba bastante vació, no estaban mis amigos y algunos muebles estaban en otro sitio. Sin embargo mi atención se veía impuesta en el reloj de la pared que marcaba las diez y que en cada parpadeo se modificaba.

Esto no era real

Inmediatamente cerré los ojos, repitiéndome una y otra vez que despertara, pero nada sucedía, y el tic-tac constante del reloj volvía a invadir mi vista, como una implacable advertencia del paso del tiempo.

《¿Qué está pasando conmigo?me pregunté resignada mientras dejaba que mis pies me llevaran a través de la habitación. Si este iba a ser mi fin, al menos quería ver qué me esperaba al otro lado.

Cuando los espejos Resplandecen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora