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↳ Sirius no estaba enamorado. Severus si lo
estaba.
Sirius se enamoró y, en el camino lastimó a
Severus y así mismo.
Severus debe cumplir su labor como
medimago y pocionista. Sirius se ve
obligado a acompañarl...
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Sirius.
Dos días.
Dos días han pasado des que envió la carta y el receptor de esta no ha dado avisos de haberla leído o de siquiera estar vivo.
No es normal en ellos dejar de enviarse cartas de la nada, no había pasado nunca desde que habían empezado con su correspondencia.
— ¿Y si la leyó y ahora busca la forma de rechazarme? —, camina en circulos en su habitación, frotando sus manos en signo de estar ansioso, los pensamientos pesimista han logrado apoderarse de él —. ¿Qué tal si ahora me odia? Seria lo peor del mundo, no puedo quedarme sin él, ya no tendría más amigos... No tendría amigos como él, porque amigos si que tengo.
La crisis nerviosa de Sirius se vio interrumpida por el golpeteo contante en su ventana, al fijar la vista en ella, puede ver a la ya conocida lechuza de Severus, la cual lo mira de forma demandante por el tiempo que le toma abrir la ventana.
— Oh, Dusk, eres tú... ¡Dusk! —, corre hacia la ventana y la abra, haciendo pasar a la lechuza —, perdona, no esperaba verte hoy. Ofendida, Dusk muerde la confianzuda mano de Sirius que tomaba la carta de Severus —. ¡Ouch! Está bien, lamento no haber abierto la ventana antes. Ve a descansar donde siempre, ya te llevaré algo en un rato.
La carta lo ha dejado un tanto descolocado. ¿A qué se refería Severus con "Hay tanto que me gustaría decirte en este momento"? Decir un si o un no habría bastado. Ahora, sobre el encuentro que quería agendar, supone que debe ser lo antes posible, para acordar todo y armar una mentira convincente. Además para llevarlo como prometido a la boda de su hermano, quería robar un poco de la atención de Regulus y su boda, pero no tanto como para pedirle a Severus que se le propusiera el día de la boda, eso sería demasiado bajo.
— Pensando en la propuesta y tal vez Severus se niegue a mi oferta... ojala no pase, sino, me quedé sin opciones.
La pluma danza por decima vez en el papel y por decima vez el papel es arrugado y tirado en algún rincón. Kreacher limpiará, quiera hacerlo o no. En de doceavo intento por fin ha quedado satisfecho. Es una carta simple, agradeciendo la respuesta y pactando la reunión para dentro de una semana. No preguntó por el día de Severus o algo que diera pie a más correspondencia, necesitaba un tiempo lejos de Severus, necesitaba plantearse el tenerlo como esposo.
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