"En dónde Masaru se embarcó en una aventura para cumplir sus sueños, pero pronto se encontró con problemas inesperados que lo llevaron a conocer a su futuro novio."
- Male oc x Zoro
- One piece fanfiction
- Basado en el live action
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Con el corazón latiendo con fuerza y los nervios haciéndose presentes, Masaru traga saliva con nerviosismo mientras los primeros rayos del sol iluminan la mañana. En este mismo instante, se supone que será la pelea de Zoro, y la ansiedad lo consume por completo. No solo está preocupado por el resultado del enfrentamiento, sino también por la desaparición repentina de Nami después de su acalorada discusión con Zoro. Todo parece un caos, y Masaru siente el impulso abrumador de escapar, de borrar de su mente el recuerdo de haber conocido a estos piratas. Sin embargo, la realidad es que no puede eludir su responsabilidad, ni tampoco puede ignorar el temor que lo invade.
A medida que los pensamientos oscuros y pesimistas amenazan con abrumarlo, Masaru lucha por mantener la calma. No tiene ningún plan si Zoro falla en su desafío contra Mihawk, y el miedo lo consume desde dentro. Pero se obliga a apartar esas preocupaciones por un momento y se dirige hacia el peliverde. Al verlo, Zoro le dedica una suave sonrisa, apenas perceptible
— Buena suerte —le dice Masaru al peliverde, aunque su voz tiembla ligeramente, revelando la ansiedad que lo consume en ese momento.
— Todo saldrá bien —tranquiliza Zoro con convicción, tratando de infundir confianza en medio de la incertidumbre.
La llegada de Luffy y Usopp marca el final de la conversación, y Zoro y Masaru se preparan para salir. Al abandonar el barco y encontrarse frente al Baratie, se topan con la figura serena de Dracule.
— Monkey D. Luffy —dice Mihawk con un tono burlón—. Me sorprende que la Marina haya solicitado mis servicios por un paquete tan pequeño, aunque debo admitir que tu sombrero tiene su encanto.
Masaru siente la punzada del deseo de responder con una burla, pero la prudencia lo frena en seco. Con un gesto de frustración, simplemente revira los ojos, incapaz de contener su indignación.
— Suficiente —interviene Zoro, cortando el diálogo con firmeza—. Es hora de empezar.
Masaru observa con perplejidad cómo Mihawk se quita un colgante en forma de cruz de su cuello y, al abrirlo, revela una mini espada en su interior. Frunce el ceño con indignación al percibir aquello como una burla hacia Zoro.
— ¿Qué es eso? Vine preparado para una pelea con espadas —reprocha el peliverde, con una mezcla de confusión y frustración.
— Los conejos jamás se cazan con un cañón —responde Dracule con enigmática calma, sin dar más explicaciones.
Zoro desenvaina sus dos espadas y se prepara para el enfrentamiento.
— No soy un conejo —declara con determinación.
— Eso vamos a verlo —responde Mihawk con una sonrisa desafiante, provocando que un nuevo nerviosismo se apodere de Masaru.
Zoro se lanza a una gran velocidad hacia Dracule, y Masaru vuelve a tragar saliva, nervioso. Sin embargo, la mini espada de Mihawk detiene el avance de Zoro. Masaru abre la boca con sorpresa, sintiendo cómo el miedo lo invade por completo. Se da cuenta de que este sujeto no es alguien con quien jugar, y ahora lo sabe mejor que nunca. No cree que Zoro pueda vencerlo.