mi final aqui.

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Evangeline.
18 de diciembre.

Miraba un punto fijo sin decir nada, no escuchaba, no sentia, no pensaba...

Por primera vez miro un punto fijo sin pensar, eso es como alivio para mi es como La paz...

Paz, algo que no siento hace mucho tiempo y sin pensar que la encuentro cuando menos me la espero. Increíble.

Estoy en una reunión familiar aunque directamente no estoy escuchando nada como ya dije, creo que estoy apoyada en mi mano no lo se, tampoco siento mi propio tacto o sera que ya estoy hace mucho tiempo en esta pose, no lo se.

-¿Tu que dices ev?- preguntó mi tia. Tia querida de mi alma, sos una opinologa de mierda que piensas que tus hijitos son de lo mejor y una es alta puta que se mete con todos y el otro un drogadicto. Eso pienso tia maria.

-¿De?- levante mi vista a ella sin expresión. Ella rodo sus ojos.

-¿No estas prestando atencion?- preguntó indiganda y yo negue -Que niña dios.- llevo una de sus manos a su cabeza negando en esta -¿Por que no sos como tu prima? Ella si presta atención, hace caso, no tiene novio- remarco y yo suspire con una sonrisa -¿De que tanto te ries? Vanina tu hija es una maleducada- miro a mi madre con desaprobación.

-Maria, callate- hable con enfado captando la mirada de todos -Tu hijita ya estuvo con todos de su escuela, mi escuela, el barrio ¿sabes? Hasta paga por prestar su cuerpo- me rei con enojo y mordi mi labio -Ninguno de tus dos hijos son unos santos y si no me crees ve a la pieza de tu otro hijito el santito y busca en sus cajones- señale hacia al pasillo con enojo -y si eso no es suficiente.- saque mi celular de mi bolsillo, entre al Instagram y fui a la cuenta de mi prima.

Allí decia todo de ella, tenia sus fotos casi sin nada y abajo decia cosas bastantes cochinas y feas, tambien en su descripción decia que de tal hora hasga tal hora tenia un precio y no se que mas.

Le pase mi celular por la mesa y quedo justo enfrente de ella. Su cara fue tremenda, desearía poder grabarla. Ella comenzaba a bajar con desespero sin poder creer, mientras que su hija se moría de vergüenza, miedo y enojo, esta me tiraba una mirada matadora. Sonrei con victoria.

-Esta no es mi hija.- declaro pasandome de nuevo mi celular.

-No si claro, ella es la unica con ese nombre, tiene el mismo pelo, cuerpo, ojos ¡y hasta lunar!- fingi emoción y sorpresa que para mi fue chistoso para los demas no.

A la vez que despues de tanto tiempo me rio nadie lo valora. Una bosta.

-Callate- y ahora salto mi hermosa primita la putita.

-¿Perdón que?- me hice la sorda riendo.

-Que te calles, es mi vida no la tuya.

-Entonces dile TU- me levante de mi silla y la señale -Tu misma las cosas que haces, dices y como actuas. Dile tu la mierda de persona que eres primita- sonreí con falsedad -Menos mal que yo aca soy la mala, la malcriada, puta, falsa, la que tiene novio- me sente con una sonrisa por lo ultimo -yo soy la imperfecta de la familia ¿no es asi tia?- me gire a verla a ella y me tiro una de sus miradas.

-Si. Lo eres.- Declaro tratando de dar poder pero ni madre solto una risita -¿Tu de que te ries? ¡Mira lo que estas criando!- me señalo a mi mirando a mi madre.

-Ya dejalo María, eres una inmadura- volvio a reir mi madre silencia.

-¡No me calles tu a mi!- esta se levanto gritando como una loca desquiciada. 

-Si, si, ya te vimos sientate- hable mirando mis uñas mientras que con mi otra mano la trataba de callar.

-¡Niñita maleducada!- me siguió gritando -¡Eres una mala influencia para esta familia!

Locamente enamorado [Tom kaulitz] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora