Alfa Acomplejado [YunGi]

CAPITULO 5

Era el fin. No había vuelta atrás.

Con ojos cerrados, esperó su sentencia tal como un reo espera su condena.

- Puedes reírte. – balbuceó, sin tolerar más ese silencio de segundos- Tengo un micropene, es patético. Lo sé...- declaró listo para recibir su castigo. La temida risotada.

¿Por qué mierda le mintió a YunHo? ¿Por qué no le dijo desde un principio la verdad sobre su pene?

Era obvio que todo se destaparía en algún punto – vamos que no podía estar con la toalla todo el jodido tiempo-, su mentira explotando ahora igual que su deshonra. Doble deshonra en realidad. Por su pitufo y la mentira.

YunHo por su parte - totalmente ajeno al drama mental de su amigo-, estaba procesando lo recién escuchado. Sus ojos viajaron una vez más a la zona que ahora era cubierta por las temblorosas manos de MinGi y volvió a su rostro con ojos fuertemente apretados.

Asustado. Su mejor amigo estaba aterrado.

- MinGi, ¿De qué estás hablando? - fue lo único que pudo articular, el terror del otro desconcertándolo. Casi parecía que le iba a dar un ataque o algo.

- ¡De mi pene! ¡Es little, petit, chiquito! – chilló frustrado, con ojos aún cerrados - ¡Es una desgracia!

Las cejas de YunHo escalaron por su frente, sus ojos viajando una vez más a las manos que cubrían tan ávidamente aquello que a su amigo trastornaba.

- Creo que estás exagerando...- comenzó, con cuidado.

- Eso lo dices porque no lo has visto bien

- ¿Cómo lo voy a ver bien si lo escondes? – respondió astuto – De todas formas, ¿Por qué lo ocultas?

MinGi tembló ante su pregunta, pero se recompuso rápidamente.

- Ya te lo dije. Porque es enano, del tamaño de un arroz. Soy un alfa y mi amigo allá abajo no dice alfa

- Hum... ¿Estás seguro? Tal vez necesitas una segunda opinión – propuso, recostándose a su lado- Déjame verlo - pidió, pero al ver que MinGi negaba obstinado, optó por otro camino - ¿Por favor?

Y ese por favor, vino con pequeños y suaves besos contra la línea de su mandíbula. Besó sus mejillas y parpados apretados. Besó las pequeñas arruguitas de expresión que se formaban a los costados de sus ojos. Cada por favor liberado entre besos, derritiendo la coraza de su amigo.

De apoco, y temeroso, MinGi fue quitando las manos, aunque sus ojos se mantenían cerrados sin poder afrontar la realidad. La risa en primer plano de su mejor amigo cuando viera su desgracia.

Sin embargo, el resultado fue diferente a lo que esperó. Ni en mil años podría haber imaginado lo que YunHo dijo...

- Parece un pececito

Esperen, ¿qué?

¿Un pececito?

¡¿De todos los animales que Diosito creó, YunHo lo comparó con un pez?!

MinGi se quiso morir ahogado ahí mismo.

- ¡YunHo! – lloriqueó, sus manos cubriendo su rostro melodramáticamente - ¡Ahora estoy al nivel de un renacuajo!

¡Ups! YunHo contuvo una mueca al escucharlo. Si, su comparación no fue la mejor, pero es que dijo lo primero que pasó por su mente y...

- Dije pez, no rana – corrigió presto, pero tan pronto lo dijo se dio cuenta que eso solo pisoteó más el orgullo del pobre león. Carraspeando, trató de salvar la situación de alguna forma - Yo no veo el problema...