— ¡Deja de maltratar a mi alfa! — Gritaba Messi enojado al ver como uno de sus hermanos jalaba de la cadena con fuerza para lastimar al Guillermo, quién solo se contenía de exclamar algún jadeo de dolor y evitar alguna otra cosa. Rodrigo de Paul soló soltó un bufido y cruzó de brazos sin soltar aquella cadena de acero, Lionel soltó un largo suspiro y prefirió guiar a su pareja hasta los aposentos de sus padres quienes miraban al extraño con recelo.
Agradeció cuando fue liberado y tener un momento a solas en el baño donde soltó un llanto silencio ante todo lo ocurrido, cubrió su boca con sus manos mientras sollozaba ¿Cómo es que había terminado así? No pudo evitar provocarse vomito al recordar el extraño sabor de la carne que le daban, joder, jamás había probado algo como tal; hace algunas noches su colegio militar le había obligado asistir a esa excursión junto con algunos compañeros a los que siempre evitaba por problemáticos. Recordaba que a pesar de todo trato de acoplarse a ellos, pero fue en vano, esa noche lo habían llevado al bosque donde inició toda esa masacre y corrió con todas sus fuerzas mientras escuchaba los gritos de sus compañeros, pero siendo sincero, poco le importo.
Sintió una gran paz cuando llegó al pueblo y debió prever que eran todos unos lunáticos asesinos. Sacudió su cabeza para alejar esas pesadillas y prefirió darse una ducha rápida para limpiar esa sangre seca, pudo sentir por un breve momento que el agua fría se llevaba a todo ese miedo hasta que la puerta resonó con suavidad.
— ¿To...todo bien, Guille? — preguntó Messi nervioso desde el otro lado de la puerta, mordía sus uñas para tratar de mitigar sus pensamientos negativos.
— Si... ya por salir — respondió con algo de miedo.
— Aquí... te dejo algo de ropa limpia... — fue lo único que dijo el omega antes de irse nuevamente a la sala a seguir esperándolo.
Ochoa solo abrió un poco la puerta de forma silenciosa para tomar la ropa y vestirse, al menos olía a flores con cajeta aquella ropa. Al salir del baño se encontró con el patriarca de aquel pueblo por inercia solo extendió sus brazos para que le colocaran las esposas que lo mantenía prisionero — Cariño, déjalo un momento libre ¿Sí? Hazlo por nuestro bebé — una segunda voz le hizo desviar sus ojos encontrándose con aquel omega sonriente que se acercaba y lo jalaba hasta la sala, descubrió que ambos eran los padres de Lionel Messi quién yacía emocionado sobre el sofá.
— La comida estará lista en unos momentos — Dijo Aimar mientras le jalaba las mejillas con un poco de fuerza a Messi quién reía como un niño pequeño y nuevamente ambos se quedaron a solas, el omega menor abrazó con fuerza a Guillermo quién correspondió por inercia para ocultar su rostro.
La cena transcurría con normalidad, aunque para el mexicano todo era tenso y no dejaba de mirar el plato con cierta repulsión; escuchaba como todos cortaban aquella carne al mismo tiempo que miraba a todos masticar con delicia la cena. El olor aun era tan extraño que parpadeo un par de veces hasta que sintió que alguien apretaba su mandíbula con algo de suavidad obligando mirar a Pablo Aimar sonriente — Come cielo, es carne de venado. Supongo que es la primera vez que lo comes ¿Cierto? No estamos tan lunáticos para comer humanos... inclusive aborrecemos la carne de tu especie — soltó al alfa de su hijo para seguir cenando con calma.
Guillermo admite que esas palabras suaves le tranquilizaban pero a la vez lo confunden que solo sonrió un poco antes de empezar a cenar con desespero, llevaba días sin probar algún bocado por creer que era carne humana ¿De donde diablos había sacado tal pensamiento? Oh sí, del hermano mayor de Messi — Mis hijos mayores tienden hacer bromas de muy mal gusto, no les creas todo. — explicó Scaloni sin mirar al mexicano y Ochoa solo se encogió de hombros mientras escuchaba las risitas de Sergio y Rodrigo.
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¿Decisión correcta?
FanficGuillermo jamás imaginó que su mundo se transformaría por completo en tan solo días ni muchos menos encontrar el amor en un extraño pueblo que lo retenía. Pronto descubrirá que el mundo no es tan normal como pensaba y que la realidad siempre supera...