11 de marzo del 2024, 22:03 - 11 de marzo del 2024, 22:41
A todo el mundo le gustan los gatos, ¿verdad? Bueno, os voy a contar la historia de uno. Un gato que siempre fue muy desordenado y siempre fue muy raro. Este gato era un gran pensador y se pasaba todo el día pensando en un millón de cosas desde que tan solo era un cachorro. Pensaba en cualquier tontería y no sé cansaba de pensar en ella hasta que no le encontraba el porque a cada una de las preguntas que se le ocurrian sobre esa tontería. En especial las que les decían el resto de gatos. Cada vez le decían una cosa diferente. Unos le decían que valía para mucho y que tenía que seguir adelante y otros que se rindiera y que no conseguiria nada nunca. ¿A quien creéis que hizo caso? Bueno, la verdad es que a los dos. Siempre pensaba en todo lo que le decían, pero eso le frustraba. Le frustraba porque no conseguía encontrar ninguna respuesta coherente. Llegó un punto en el que consiguió alcanzar una respuesta que, aunque no fuera la respuesta a todo, era la que más lógica tenía. Llegó a la conclusión de que no entendía nada. Porque ese gato era consciente de que no importaba, solo era un peón más en esta partida eterna de ajedrez. Totalmente reemplazable por cualquier otro peón pero forzado a seguir las ordenes de rey. ¿Y quién era el rey? Quién sabe. A lo mejor el rey puede ser la gata mas bonita del barrio o cualquier gato vagabundo en una basura. La cosa es que entendió su lugar. Se dio cuenta de que había nacido con un poder que pocos gatos tenían. Tenía muchos dones naturales que el resto mataría por tener. Asi que fue ahí cuando entendió su lugar. Es solo un héroe, un simple y mísero héroe. Y a oídos de todos es muy bonito, pero ¿quién pensó alguna vez como sonaría esa palabra a los oídos del héroe? Este gato era algo así como un super gato, y todos lo sabían, incluido el. Ya que ese poder no le servía para nada, decidió compartirlo con el resto, matándose a sí mismo en el proceso. Pero estaba bien, es el héroe al fin y al cabo. También se dio cuenta de todos esos deseos egoístas de todo el mundo. Todos lo veían hecho pedazos, pero como todo el mundo quiere creer que no son solo un peón y que de verdad van a poder aspirar a algo más no les importaba usarle de nuevo. Y el se dejaba, porque era el único que entendía su lugar. El resto de gatos sarnosos querían más y más, eran un pozo sin fondo, y como solos no podían iban con ese gato que si podía. Todos lo usaban, pero nadie lo decía. El sabía que todos le andaban, pero no sabía como decir que estaba apunto de morir. Porque este gato parecía no tener lengua, nunca hablaba con los demás, solamente le decían lo que querían que hiciera y ahí iba el. Claro que muchos gatos le preguntaron que si no le importaba o que si estaba bien, ¿pero como les iba a contestar un gato sin lengua? El nunca hablo con nadie, ni una sola vez en su vida. A veces conseguía sacar algún pequeño sonido, pero no era ni de lejos todo lo que tenía para decir. Y esas veces tampoco es que fueran muy seguidas, digamos que 1 de cada 7 o 8 veces que estaba al borde de matarse contaba que se sentía un poco mal y que quería estar solo. Sólo se tenía a él, y la verdad ni le importaba. Estaba acostumbrado a eso. Pero siempre tuvo esa pregunta. Si todos le quieren porque vale algo ¿Que pasará cuando no valga nada? ¿Y si un día le duele algo o vuelve a provocarse sangre? Nadie lo vería, nadie lo oiría. Pero para que mentirnos, a nadie le importa lo más mínimo. Porque es horrible escuchar a otra persona quejarse de sus problemas cuando tú sientes que no son nada y que si solo te pasará eso llorarías de la felicidad. Es muy fácil ver las cosas desde fuera y pasar por encima de ellas como si no fueran nada, porque es verdad, no son nada. Hoy ese gato está mal, hoy ese gato habrá vuelto al círculo vicioso del que tanto le costó salir, hoy ese gato ha estado a punto de morir. Pero mañana podrá volver a sonreír y ayudar a todo el mundo, así que no importa lo que pase hoy, lo único que importa es lo que puedes hacer para continuar valiendo y siendo importante para el resto mañana. Todo el mundo ama a este gato, porque se hace respetar y sabe lo que vale, pero lo que no saben es que ese gato es el ser más hipócrita que ha pisado la tierra. Ese gato sabe que su precio no es muy alto, pero le dice a los demás que es incalculable. Ese gato sabe que tiene que dar el 100% para que sigan aprovechandose de él y no se vayan, pero le dice a todo el mundo que no se va a seguir esforzando para alguien que no le de lo mismo que el da. Ese gato sabe perfectamente que tiene que seguir vivo porque si el muere muchas otras cosas irán detrás de el, pero no consigue encontrar una motivación, más que es solo un peón que tiene que seguir las ordenes del rey le guste o no, sea feliz o no, le haga sentirse bien o morirse por dentro, sea el motivo de su sonrisa o el motivo por el que sus paras vuelven a estar llenas de sangre. Sabe perfectamente lo simples, vulnerables y reemplazables que son todos, incluido el, pero no lo dice a nadie porque el resto de gatos creen que son especiales y sus vidas tienen algún tipo de sentido. Ese gato ya ha visto que la suya no, pero no puede morir, demasiada gente le necesita, y aunque eso le agote también es la única razón por la que todavía camina.
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Las mil caras de un pequeño diamante
CasualeTodos alguna vez hemos visto un diamante, ¿no? Bien, pues lo que probablemente no has pensado es que por cada cara exterior que tú veas tiene una cara interior, una cara que refleja una historia jamás contada. Cada una independiente de las demás, pe...