Capítulo 15 pt. 2

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—Así que

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—Así que... ¿Participas en estas carreras? —preguntó Ricky en cuanto nos acomodamos en su coche. Su tono era serio, un poco más de lo que me habría gustado.

Asentí en silencio, ajustándome el cinturón y mirando mis manos. —Sí... supongo que sí —murmuré, sin querer entrar en detalles.

Ricky frunció el ceño, claramente preocupado. —Sabía que tenías tu lado rebelde, pero esto... —Pausó, como si acabara de darse cuenta de lo que había dicho. Parecía arrepentido. —Perdón, no quería decir eso. Es solo que... siento que este no es un lugar para ti.

Lo miré con incredulidad. —¿Ah, no? ¿Y para ti sí, niño de mamá? —repliqué sin poder contener la frustración.

—HeeJin... —Suspiró y se pasó la mano por el cabello, enredando un poco los dedos entre los mechones. —Solo me preocupo. No me gusta que estés aquí.

Me crucé de brazos y desvié la mirada. —Estoy harta de que todos me digan qué debo hacer con mi vida, joder. Esto es cosa mía.

Ricky se inclinó hacia mí, y su mirada, normalmente despreocupada, se tornó intensa. —Corazón, lo digo porque me importas. Yo he venido esta vez porque uno de mis amigos había perdido una apuesta con un tío de aquí y no quería tener problemas. No estoy aquí para divertirme, créeme.

«Así que eran ellos quienes se han metido en problemas con Jeong.» pensé, asimilando sus palabras.

—¿Y crees que yo estoy aquí porque quiero? —le respondí, sintiendo la rabia y la tristeza mezclarse dentro de mí. —Mis amigos necesitan dinero. HanBin y Zhang Hao se rompen el lomo trabajando y a duras penas les alcanza para los gastos del instituto y ayudar en casa. No puedo quedarme de brazos cruzados... —sentí que mi voz temblaba, y, sin querer, unas lágrimas escaparon de mis ojos. —Estamos metidos aquí solo para darles a ambos una oportunidad de un futuro mejor, ¿eso me hace una mala persona?

El peso de mis palabras parecía colgar en el aire, y por un momento Ricky no respondió. En cambio, levantó la mano y secó una de mis lágrimas, su toque cálido y suave. —Eres un ángel —susurró, antes de besarme la frente. —Vamos, te llevaré a casa.

—Gracias —murmuré, recargándome en el asiento mientras el coche arrancaba.

Ricky arrancó el coche y dejó su mano en mi pierna, aquello me sorprendió y no pude evitar llevar mi vista a la ventana para no pensar en nada.

Aparcó a unas calles de mi casa, en el mismo parque donde me había dejado la vez anterior. Me giré, extrañada.

—¿Por qué nos detuvimos aquí? —pregunté.

Ricky suspiró. ——Escucha, es que... No sé qué me pasa cuando estoy contigo. —Soltó como si nada. —Desde que te dije que me gustabas no he podido dejar de pensar en ti y después de lo que me has contado que haces por tus amigos, muchísimo menos.

❝Feel the POP❞ | Shen RickyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora