Algún día

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—Ba-Baji, ¿qué haces? —inquirió, nervioso. Chifuyu se sonrojó al sentir los colmillos de su novio morderle la mejilla.

—Darte un beso. Eso es todo —respondió, separándose muy despacio de su pareja—. Eres tan adorable que me dan ganas de apretarte.

—Eso fue una mordida, no un beso —musitó, acariciando su mejilla—. Espero no me quede una marca o tendré problemas.

—¿Con? —preguntó, frunciendo el ceño. Los celos lo invadieron al imaginar que alguien más lo podía conquistar—. ¿Con quién tendrás problemas?

—¿Estás celoso?

—No, por supuesto que no —mintió, desviando la mirada para evitar que lo observara. Baji sabía que sus ojos lo delataban, pues en ellos reflejaba el interior de su alma. Aquella que palpitaba gracias a su amado—. Es solo que... Fue una simple pregunta, algo sin importancia.

—Claro que estás celoso. Se nota en tu mirada, pero descuida, me gusta que seas así conmigo —confesó, colgándose de su cuello—. Mi amor, olvidas que mi instituto es muy estricto —le recordó, atrayendo toda su atención. Ellos estudiaban en diferentes establecimientos; ya que Matsuno estaba en un instituto tradicional y Keisuke en uno más moderno. A pesar de que los padres de Baji eran muy arraigados a las costumbres y tradiciones aun así dejaron que estudiara en un sitio más contemporáneo. Según tenía entendido el rubio, esto se debió a que los padres de su mejor amigo pagaron toda su educación como agradecimiento por tener a su hijo viviendo en su casa—. Además, ya conoces a mis padres. Aunque seamos novios, este tipo de marcas no son de su agrado.

—Lo sé, mis padres son iguales. A ellos tampoco les gusta; por eso, cuando estamos con ellos, no puedo besarte ni acariciarte como a mí me encantaría —esbozó, antes de besar con deseo el cuello de su pareja. Keisuke estaba seguro que Chifuyu era el hombre con el que pasaría el resto de su vida—. Así que, tranquilo. No te deje ninguna marca. Bueno, ninguna visible.

—Según tú. Aunque, Takemichi sí me vio la que me hiciste en el hombro el otro día. El pobre se espantó, porque creyó que algún gato me arañó.

—No fue un gato, fueron mis colmillos. Y eso es porque tengo que hacer un gran esfuerzo para controlarme cuando estoy contigo. Mikey dice que me tienes poseído. Chifuyu, tú me nublas los sentidos.

—Mikey es un exagerado. Eso te lo dice porque no se ha enamorado. Está igual que Take, huyendo del amor.

—Esos dos se caerán muy bien cuando se lleguen a conocer. Ya lo verás —aseguró. Baji no sabía por qué, pero algo en su interior le decía que su mejor amigo y el mejor amigo de su novio formarían una sólida e importante unión.

—Es probable. Por eso, un día tendremos que presentarlos. ¿Estás de acuerdo?

—Claro, pero eso lo planeamos después. Ahora solo quiero disfrutar mi momento contigo —musitó, acercándose peligrosamente a sus labios—. Algún día vas a despertar conmigo. Envuelto entre mis brazos.

—¿N-No crees que te estás apresurando? —susurró. Aunque pensándolo bien, le encantaba imaginar que él y su novio pudieran estar juntos por el resto de sus días—. Ni siquiera nos hemos graduado. Además, aún nos falta la universidad.

—Tú serás el mejor administrador de Japón.

—Y tú el más sensual e inteligente arquitecto. Te amo, Keisuke Baji.

—Te amo, mi amor. Te amo más que a nada, ángel de mi existir.

La pareja se besó con pasión, ternura y amor. Muchísimo amor. Sentimiento profundo que los unió y los marcó para el resto de sus vidas.

Continuará...

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¡Hola!

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¡Hola!

Buenos días. ¿Cómo han estado?

Quise pasar a dejarles otro drabble que hace parte del universo de: A puerta cerrada.

En esta ocasión los llevé muchísimos años atrás al pasado, pero como ya se los he comentado, en esta historia todo es importante, pues el mínimo detalle es relevante. Así que, vayan sumando datos a lo que ya se ha develado.

Nos leemos pronto.

Con amor.

GabyJA

A media puerta [MaiTake - BajiFuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora