Bakugo, el rey de los dragones, y Toga, un dragón rebelde. Llegará a oídos de Bakugo que hay un dragón que va cometiendo locuras entre otros dragones y tratará de cambiar la actitud de ese dragón que será Toga. ¿Quieres saber como? ¡Pues te invito a...
Al llegar al reino Toga volvió a su forma normal después de dejarlos a todos en el suelo y corrieron hasta el castillo después de dejar a los niños en un lugar seguro. El azabache estaba ahí, había avisado al peliblanco de que estaban por llegar y este estaba entretenido con el bicolor.
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-Yo soy el rey... Ahora...
La puerta del castillo se abrió de golpe y el peliblanco los miró. Sonrió al verlos y asomó sus escamas tirando con fuerza al bicolor al suelo. Toga se sorprendió al ver a Dabi allí y este le sonrió.
-Cuanto tiempo, ya fue avisado años atrás, tomaríamos este reino quisierais o no...-Dijo extendiendo sus alas y saliendo rápidamente.
El peliblanco se acercó rápidamente al rubio y lo golpeó con fuerza.
-¡Te avisé que te fueras y nunca volvieras, que jamás había renunciado al trono!-Gritó.
Bakugo se levantó rápidamente y vio como paraba el ataque del peliverde agarrándolo de la cara.
-Tu no te metas mocoso... No eres si quiera de la realeza-Dijo lanzándolo con fuerza hacia una pared.
Toga se encogió dando unos pasos hacia atrás y All For One la miró.
-¿La reina? Tú me harás esa asquerosa marca...
Sobrió acercándose a ella y Bakugo se convirtió en dragón sin pensarlo dos veces.
-¡Katsuki!-Gritó la rubia.
El fuego salía de la boca de este siguiendo al mayor y el rubio trató de atraparlo varias veces con los dientes. Toga corrió hacia las escaleras rápidamente viendo que Bakugo no iba a hacer caso a absolutamente nada, no podría controlarlo y subió a su habitación para recoger su espada y la del rubio. Bajó rápidamente y el peliblanco también se había convertido en dragón, era tan grande como el del rubio, pero no tenía ninguna marca. Se lanzaba constantemente al cuello del rubio pero este lo evitaba.
-¡Katsuki! ¡Destruirás el castillo, no puedes seguir siendo un dragón, terminará matándote!-Gritó viendo cómo el rubio estaba en desventaja. Lo estaba acorralando y el fuego lo estaba quemando todo.
Vio al bicolor en el suelo, estaba inconsciente y tenía heridas muy feas. Tragó saliva, no sabía que hacer estaba bloqueada por la situación, no quería convertirse en dragón, sabía que eso sólo empeoraría la situación, hasta que vio como el dragón blanco conseguía engancharse al cuello del rubio.
-¡Para! ¡No lo mates, te haré la marca y nos iremos!-Gritó esta comenzando a llorar.
El dragón blanco no soltaba el cuello del otro que estaba inmóvil mirándola y la rubia notó como las pupilas de Bakugo se dilataban.
-Lo siento Katsuki, pero no puedo dejar que te mate...-Dijo al darse cuenta de que ya era consciente de todo.
El dragón blanco apretó sus mandíbulas y Bakugo se movió bruscamente al notar cómo los colmillos comenzaban a atravesar las escamas.
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