Capítulo 19: Kerlen Magomedov

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Jhesua

Dos meses ya tratando de acostumbrarme, a todo como si fuera algo nuevo en mi vida.

Como siempre la extraño, ¿hasta cuando? Creo que la fecha seria indefinida.

Llevar a cargo la empresa al principio fue difícil pero gracias a la ayuda de los demás, pude hacerlo. Siempre están para mí, y la verdad lo agradezco mucho.

Keisha llevaba muy bien lo de los Clubes, al igual que Reinold con los hoteles, cuando va aprovecha y lleva a Michael junto a Soranny, es bueno por que despejan la mente por un tiempo y logran divertirse aunque sea por un corto tiempo.

Zahim ayudaba a Rossana con todo lo que necesita, por que siempre tenia que estar pendiente de todos los movimientos que pasaban en el centro comercial, que para sorpresa de muchos era muy grande.

Hasta el momento los nuevos proyectos no han sido problema, y continuamos en los diseños que probablemente se mostrarán el próximo años, ya que tenemos algunos proyectos que Kathara tenía pendientes, por terminar.

Es sorprendente la manera en la que ella, con ayuda de otras persona lograba mantener todos esos negocios a flote, sin llegar a parecer estresada o incluso con ganas de rendirse. Se que lucho mucho por tener todo lo que logró, cuando regresó sin la intención de volver aquel lugar que muy a pesar le traía recuerdos, como está ciudad.

Suelto un suspiró mientras termino de comer, al menos tengo más apetito que antes. Las primeras semanas me rehusaba un poco a comer, lo hacía por que mi hija me necesitaba y no quería que me viera con una apariencia deteriorada.

Claro que mi padre también ayudó lo cual agradezco, hasta ahora no ha pasado nada por lo cual preocuparme, aunque a Zahim le preocupa tanta calma repentina.

Llevar las cosas apresuradas, no garantizan una victoria.

Suspiró de nuevo y me levanto de la silla para salir del lugar, justo ahora saldré por unas nuevas piezas que llevaron desde China, y son esenciales para el nuevo modelo de auto.

Camino hasta el estacionamiento, sintiéndome de alguna u otra forma observado, cosa que no me gusta mucho. Quiero ignorar el echo pero no puedo, me giró pero no observo a nadie.

Pensando que posiblemente se trate de ideas mías, camino hasta el estacionamiento busco mi auto y al encontrarlo desactivo la alarma, y el seguro abriendo así la puerta, antes de entrar siento una dolorosa punzada en mi cuello.

Elevó mi mano izquierda hasta el lugar, tomado así lo que parece ser una especie de inyección, al sacarla la observo con dificultad ya que mi visión se torna borrosa, perdiendo un poco el equilibrio, me tambaleó antes de sentir caer y golpearme con fuerza la cabeza.

Fundiéndome así en la oscuridad.

* * * * *

Abro los ojos con cierta dificultad, sintiéndolos pesados. Al hacerlo por completo me fijo en el lugar, ya que a este entra muy poco luz.

Trato de llevar las manos a mi rostro pero las tengo amarradas con una gruesa cuerda, al igual que mis pies.

—Veo que él muñequito ya despertó. —al reconocer esa voz me pongo algo pálido, quisiera pensar que se trata de una broma pero no lo es.

Ella se posa frente a mí, y sonríe con suficiencia antes de llevar una de sus manos a mi rostro, y tocarlo por lo que en un rápido movimiento muevo mi cabeza prohibiendo que me toque.

—No me toqués. —siseo ahora molesto.

Ella sonríe ampliamente, pero no dice nada.

—No es como que puedas exigir micho querido. —me escudriña con la mirada, antes de pasar la lengua por sus labios por lo que hago una clara mueca de asco. —Debo decir que estás, hecho todo un hombre de verdad. Mírate nada más. ¿Sabes? Puedo ignorarár el hecho de que seas mi hijo. —ella toma una silla que no está muy lejos y toma asiento frente a mí.

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