Al llegar a casa me fijo que la moto de Will ya está aquí.
Entro a la casa buscando algún indicio de su presencia, está anocheciendo y la lluvia cae más fuerte que nunca.
Lo veo sentado en el piso de la terraza que da a la piscina, está distraído viendo las gotas de lluvia chocar con el agua de la piscina produciendo una cándida melodía.
Veo como da varias caladas a un cigarrillo, no sabía que fumaba, pienso.Me debato entre que hacer. Quito mis sandalias para no hacer ruido y camino hasta él, me siento a su lado encogiendo mis rodillas para apoyar mi rostro.
Él no me mira en ningún momento, continúa viendo la lluvia y fumando, resisto la tentación de entrelazar nuestras manos, están a escasos centímetros.
Decido que el silencio es mejor, varios minutos pasan y él termina su cigarrillo arrojandolo a un lado, se levanta y se va.
Mi corazón se contrae y la culpa me corroe por dentro, todo esto es mi culpa, yo lo alejé y es lo que está haciendo.
Me levanto para seguirlo y veo que ha entrado a la habitación cambiándose su ropa.
-Will, lo siento -susurro pero él ni siquiera me mira- perdóname, por favor. Sé que quieres lo mejor para mí y yo no quería molestarte con mis problemas.
Por fin me observa y no logro descifrar lo que hay detrás de su mirada.
-Melissa, te he entendido todo es tiempo, te doy tu espacio para que asimiles todo, pero ya es demasiado -habla con algo de ira- Tú te fuiste durante un mes, me dolió pero lo acepté, te di privacidad para que entablaras una relación con Alejandro porque lo necesitabas, pero quiero estar para ti, quiero que me incluyas en tu vida -su voz a aumentado convirtiéndose en gritos llenos de dolor.
-Reconozco que me equivoqué pero no soporto que me tires las cosas en cara -le suelto enojada.
-No te lo estoy reprochando, quiero que me entiendas, Melissa.
-Yo te entiendo, William, entiendeme tu a mí, después de la muerte de mis padres tuve que afrontar mi vida sola, estoy acostumbrada a eso.
-Lo sé, Melissa, pero yo no te pido explicaciones, lo único que quiero es que me permitas estar contigo, sabía lo difícil que sería para ti lo de hoy, quería estar a tu lado, sostenerte fuerte mientras llorabas para recordarte que no estás sola, porque me tienes a mí, preciosa -dice y al final su voz se quiebra.
No sé en que momento empecé a llorar, estoy tan sensible que todo me hace llorar.
-Perdóname, Will -balbuceo finalmente.
Él se acerca y me abraza fuerte.
-Te perdono, preciosa, quiero tenerte así, abrazarte, que puedas llorar en mi hombro, estaré siempre para ti, amor -dice agarrando mi rostro y mirando directamente mis ojos.
Vuelvo a abrazarlo y mis gemidos se convierten en fuertes sollozos, Will acaricia mi espalda y peina mi cabello.
Después de calmarme, entiendo que estaba equivocada, un abrazo de la persona que amo y de quién me ama es la mejor cura para los problemas y prometo no volver a excluirlo.
Will decide preparar unas pastas para cenar mientras le cuento todo lo ocurrido hoy, se extrañó con el incidente del señor pero luego lo olvidó.
-No sabía que fumaras -le digo.
-Aprendí muchas cosas en mi juventud, pero las dejé todas, hacía mucho tiempo que no fumaba, es un buen relajante, por eso lo hice -termina de decirme y no sé si preguntar que otras cosas ha hecho pero es mejor no saber, lo importante es que ya no las hace, aquel es su pasado y no quiero revivir esos recuerdos.☆☆☆
La relación con Will ha mejorado, compartimos nuestros sentimientos y estamos el uno para el otro en todo momento.
Alejandro me apresura con la cuestión de mi herencia y aún no he tomado una decisión.
Le expreso mis dudas a William y él me dice que debo aceptarla, mi padre habría querido que la acepata, destinó ese patrimonio para mí desde que era niña, cuando decía que algún día tendría un castillo de concreto y cristal hablaba de la empresa, la fachada de ésta es en vidrio lo que demuestra la comparación.
Siento que aceptar esa herencia es aprovecharme de mi padre, sin embargo, entiendo los puntos de vista de Will y Alejandro.
Ambos tratan de persuadirme.Es una decisión muy difícil, pero si mi padre me la dejó, por algo fue, así que:
-Está bien, Alejo, acepto la herencia -asumo con nerviosismo pero segura de mí misma.
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Giros Inesperados
Teen FictionLa vida de Melissa, una chica de 20 años, becada en ingeniería civil y arquitectura toma un giro inesperado cuando recibe una carta para realizar pasantías en una de las mejores empresas del país, a causa de su excelente desempeño académico o eso cr...