J A C K C O N W A Y P O I N T O F V I E W
Todos menos Horacio fuimos a trabajar, el momento de encontrarme a Salinas encarcelado no podía pasar desapercibido ante mis ojos, mi cerebro entraba en un estado de placer inmenso por el simple hecho de imaginar algo semejante al erotismo que me producía las curvas de una mujer solo que en esta ocasión con la muerte de una puta basura infecta.
Gustabo estaba a mi derecha, extrañamente callado y tenía ojeras que más bien parecían hamacas colgado de sus ojos, lo relacioné con su sentimiento de culpa tristeza, coloqué mi mano sobre su nuca y acaricié su cabello, el giró su cabeza hacia mi, parecía que hasta los ojos temblaban dentro de sus párpados, me estaba mostrando su debilidad y sentía aquella emoción de tristeza tan intensa, por su hermano y por mi.
Volkov era la pareja de Horacio, pero también había sido el mejor comisario que yo alguna vez pudiera haber tenido.— No fue culpa tuya, hijo, siempre fue la mía.
— No, no papá, no quiero esquivar este dolor, no quiero dártelo.
Gustabo me agarró el brazo que sostenía su cabeza y lo apartó mientras acariciaba mis manos y volvía a colocarlas sobre mi regazo, seguí conduciendo pero mi cabeza continuamente se giraba hacia mi hijo.
— Gustabo, si yo no me hubiera-
— ¿Si tu no hubieras decido quedarte en casa por tu puto orgullo de mierda esto no hubiera pasado? ¿Era eso lo que ibas a decir? — Me mantuve callado, tenía el cuello rígido, el nerviosismo y ansiedad de escuchar esas palabras que decían verdades, no me permitía verle a los ojos. — No, papá, yo te dije que te fueras a Estados Unidos, fui muy rudo. Jack, sé que no es fácil lidiar conmigo, soy un deshecho, Horacio hubiera sido mil veces mejor que yo.
Negué con la cabeza y aparqué el coche de forma abrupta al lado de una carretera poco concurrida, a cinco minutos de nuestro sitio de trabajo, lo agarré de ambas partes de su cara y hice que me mirara de cerca, le di un beso en la frente y le hablé con todo el amor que Jack Conway podría darle a su hijo.
— No, no, escúchame hijo. — El peso de su cabeza sobre mis manos era pesado, disfrutaba sentir el tacto de mis manos sobre su rostro, le gustaba sentir que yo era su protector.— Tú, Gustabo, eres el hijo que siempre me imaginé... Por ti quemaría una puta ciudad entera, la labor de un padre es soportar hasta las denigraciones de los hijos y eso yo no lo supe hacer por que, soy inexperto, Gustabo, te fuiste muy pronto de mis brazos, no conozco a que jugabas, no conozco tu pasado del todo, no conocí a tus amigos, tus novias, no conozco todavía ni siquiera a que te querías dedicar antes de que yo te metiera en este mundo de mierda. Solo sé que si te encontrara metido entre cientos de niños, sabría quién de todos ellos es mi hijo, mi hijo eres tú y no sabes la paz que me da haberte encontrado, seas como seas por dentro y por fuera, te voy a querer por siempre, Matti.
A Gustabo le brotaron lágrimas de los ojos tan grandes como gotas de granizo cayendo sobre mis manos y empapándolas, me abrazó y me enredó los brazos al rededor de mi cuello, acaricié su cabello y su espalda mientras el lloraba desconsoladamente sobre mi hombro y absorbía mi aroma en sus fosas nasales, escondí mi rostro en su hombro y lo besé, mientras escuchaba sus lamentos.
— Lo siento, lo siento por haber matado a Faith, lo siento por haber matado a Volkov, lo siento por haberte dejado solo.
La peor parte de este duelo era reconocer y perdonar al asesino de la persona con la que tenía planificado pasar el resto de mis días, por haber matado a la persona a la cual yo tantas veces amé, por haber matado al mejor amigo que uno jamás habría podido tener.
Gustabo gritaba y su abrazo parecía arañarme la piel, no dije absolutamente nada hasta que el mismo lograra calmarse, escucharlo desahogarse y superar todo aquello que le había hecho sentir culpable era suficiente para sentirme eternamente orgulloso de él.
— Soy un traidor, perdóname papá.
T O N Y P O I N T O F V I E WDos horas después, aguas internacionales.
Aquella conversación, aquella forma de llorar en los brazos del enemigo me hizo mierda, no podía decir que estaba mucho mejor, Jack me había dicho que me desahogara con Salinas pero era incapaz de torturar a quién me protegió por tanto tiempo, estaba rezando para encontrar la forma de no verlo morir, de que eso sucediera, solo supondría que definitivamente, yo era una rata, es decir, que aquello que Carlo había dicho, era de verdad.
Viajamos en helicóptero, Salinas esta esposado en frente mío, el me mira fijamente pero yo simplemente agacho la cabeza apoyando mis codos en mis rodillas, el viento movía mi cabello de lado a lado y por momentos, cuando me vi en un pequeño espejo colocado en la esquina superior del helicóptero, vi al verdadero Tony. Echando mi cabello para atrás vuelvo a reposar mi espalda contra el asiento y esta vez si puedo verle a la cara, aunque me supusiera una profunda incomodidad.
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Voz Silenciosa - Jack Conway
Fanfiction1# Suspense ¿Qué hubiera pasado si Jack realmente se hubiera reencontrado con su hijo un año antes de su muerte? ¿Cambiaría algo? ¿O solo empeoraría? Conway intenta encontrar una manera de pasar tiempo con su hijo pero, ¿Y si el amor no es suficient...