Era un día como cualquier otro, estaba tan aburrido que ya no podía conservar la atención en la clase, sin embargo el sonido chillante de una campana, le puso fin a mi sufrimiento, cuando eso sonó, me levanté de mi asiento y me retire del salón, en la entrada, el profesor intentó detenerme
–Señorita! – Y antes de poder escuchar el resto de su discurso, abandone el salón y me aleje lo más que pude, con un rostro enojado, miraba a mi alrededor.
Vi a un grupo de 3 chicos, uno era alto, pálido y jamás mostraba su cara, otro tenia la mitad del cabello blanco y la otra mitad negro, y finalmente en medio de estos dos, estaba el, un chico un poco más bajo que ellos, con cicatrices en los brazos, y un cabello desaliñado.
No los conocía, pero había escuchado rumores sobre ellos, que eran criminales, que vendían droga, lo único que yo podía asegurar era que eran un trío de idiotas, riéndose de los memes más simplones y las bromas más ofensivas que había escuchado...Decidí dirigirme a mi siguiente clase, era Matemáticas, habían dejado una gran cantidad de ejercicios para que se entregarán el día de hoy, lo bueno es que yo los hice, y los tengo justo... Aquí?
No... ¿DONDE ESTÁ?Bien parece que olvide mi tarea en casa, pero está bien, aún puedo entrar y explicarle...
Pero no creo que la profesora quiera entender, seguramente me regañara y aghhh...Por qué soy tan idiota?
¡ESPERA UN MOMENTO!
Voy a esconderme, si no me ve, le podré decir que no vine porque estaba enfermo y entonces mañana tendrá que revisarme... Si!Soy un genio, me esconderé fuera de la escuela...
Salí de la escuela, me fui a la parte de atrás, me senté entonces en el suelo, en un área con pasto y árboles y mientras me encontraba jugando un videojuego en mi celular simplemente disfrutaba el tiempo pasar.Fue entonces cuando lo vi, era un grupo de chicos de otra escuela, lo sabía porque nosotros a diferencia de ellos no usamos uniforme, eran como unos 10, todos venían con la cabeza rapada, y daban muy mala espina, pero al pensar que me encontraba en una vía pública, no pensé que fueran a hacerme algo.
Escuchaba como cuchicheaban entre ellos y se reían, fue entonces cuando se acercaron lo suficiente a mi y entonces uno de ellos me habló, lo que dijo me arruinó el día.
– Hola hermosa, ¿estudias en esta pocilga? –Solo subí la mirada, volteé hacia los lados y al no ver a una chica, simplemente les ignoré, regresando a mi juego.
Escuche que hablaban entre ellos y fue entonces que dos de ellos se pusieron a mi lado y me tomaron de los brazos, me levantaron para dejarme de frente con el chico que había hablado hace rato, me miro a los ojos y con un tono agresivo dijo:
– Mira mi niña, yo puse el ojo en ti y cuando yo hago eso, nadie me dice que no, así que ahora me vas a seguir y...–Fue entonces que una explosión se escuchó y el ambiente se rodeó de humo.
No entendí qué pasó, pero solo sentí la presencia frente a mi desvanecerse, vi figuras moverse y pelear entre sí, y de un momento a otro sentí como aquellos que me mantenían cautivo, ya no ejercían fuerza.
Casi me caigo, pero fue entonces que lo vi, el chico alto y pálido me sostuvo, me alejo un poco, me ayudo a sentarme y volvió al humo, solo escuchaba golpes y gritos, pero al final cuando el humo se dispersó los ví, aquellos que me salvaron eran esos chicos estúpidos de mi escuela.
El chico de pelo bicolor tenía un tubo delgado con una tela en un extremo que simulaba una espada, el más grande seguía cubriendo su rostro y pareciera que apenas le habían hecho daño, finalmente el chico bajito, estaba fumando, un cigarro blanco, no olía como tabaco y tenía una bolsa cruzada en el cuerpo, en ella guardaba petardos y explosivos de ese estilo.
Este último chico dijo:
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Una historia sobre peleas de escuela y drama personal (PILOTO)
ActionLa historia nos pone en los Zapatos de Emmanuel, una persona de 17 años, que tiene algunos conflictos para desarrollarse con sus semejantes. Un día, mientras se salta clase, chicos de otra escuela intentan aprovecharse de el, pero al final es salvad...