A pesar de la tormenta que arreciaba la ciudad aquel día, Jimin y Taehyung no podían estar menos preocupados por ello, sentados en un extremo del sofá de Jimin cada uno con las piernas extendidas hacia el otro y cubiertos con una enorme y mullida manta que les mantenía confortables.
Desde el viaje del CEO al extranjero hacía varias semanas, lo cierto era que Taehyung había estado embebido en trabajo y placer a manos del señor Jeon. Sin darse cuenta, una rutina se construyó entre ellos: Por el día, trabajar con la sincronía de un engranaje bien engrasado. Por la noche, disfrutando del entendimiento casi sobrenatural que parecían compartir en el sexo. Y entre medias, compartiendo momentos de complicidad con la naturalidad de quien se sabe apreciado.
Era por ello que era la primera vez en varias semanas que Jimin y Taehyung tenían la oportunidad de pasar juntos una tarde de sábado, y aunque ninguno de los dos estuviese dispuesto a reconocerlo en voz alta, lo cierto era que habían echado de menos aquellos momentos de intimidad amistosa entre ellos.
— Bueno, bueno, bueno, Mimi... ¿qué ha pasado con el chico de marketing? —preguntó Taehyung, apretando uno de los pies de Jimin entre sus manos para masajearlo.
— ¿Qué fue lo último que te conté? Han pasado muchas cosas...
—Que seguíais tonteando, pero ninguno de los dos movía ficha.
— ¡Ah! Pues bien, uno de los días que salimos todos los del proyecto nuevo para tomarnos una cerveza después del trabajo se ofreció a llevarme a casa en coche, ya que no había bebido nada...
— Y te lanzaste a su cuello como un vampiro hambriento—dijo Taehyung, con una media sonrisa, soltando el pie de su amigo dramáticamente.
— Mucho mejor que eso—dijo Jimin, levantando su pie en el aire y moviendo los dedos del pie para pedirle silenciosamente que siguiese con el masaje— Me acompañó hasta la puerta de mi apartamento, entró conmigo para comprobar que llegaba sano y salvo a la cama y...
— ¿Y? —preguntó Taehyung, sentándose más erguido por la intriga.
— Y se marchó a su casa.
— Pues vaya mierda de historia—dijo Taehyung, rompiéndose a reír.
— ¿He dicho que he terminado? ¿A que no? Pues cállate y escucha—respondió su amigo, dándole un golpe juguetón con el talón en el pecho— Al día siguiente vino a mi mesa y me trajo un café y un donut delicioso. Y una nota.
— ¿Una nota? Oh, qué romántico—dijo Taehyung.
— En la nota decía que había usado toda su fuerza de voluntad para no devorarme la noche anterior, y que, si yo fuese ese donut, me limpiaría todo el glaseado con la lengua.
Por toda respuesta, Taehyung se tapó la boca en shock mientras se empezaba a reír a carcajadas por la sorpresa, no esperando ese giro de los acontecimientos. Jimin puso una pose divertida de victoria antes de continuar.
— Esa misma noche me hizo una demostración increíble, y no hemos parado desde entonces. Así que quiero mi reconocimiento por estar aquí contigo en lugar de estar en su cama jugando al Twister desnudos—dijo Jimin, agarrando uno de los pies de Taehyung—Y ahora, me vas a contar más sobre ese misterioso fuck buddy o juro por Dios que te haré cosquillas hasta que pidas clemencia.
— No puedo contarte mucho, ¿vale? Tengo un contrato que me lo impide.
— ¿Un contrato? Guau, empieza fuerte la historia—dijo Jimin, visiblemente emocionado.
— Sí, firmé un contrato para ser su sumiso, y es increíble. Me está haciendo descubrir cosas que yo pensaba que eran imposibles.
— ¿Pero te trata bien? Por favor, no quiero que estés en una situación insegura...
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Kim's secret [TERMINADA]
FanfictionJeon Jungkook es un hombre arrogante e insufrible, famoso por ser uno de los más implacables CEOs de Korea del Sur. Todo el mundo sabe que solo tiene una debilidad: las cerezas. Pero desde hace unos meses, eso no es totalmente cierto. Ahora, Jeon Ju...