Ashton está llamando...
Cliqueé en el botón verde para atender y pude ver su hermosa sonrisa al instante.
-Hola ____- saludó a la cámara y se revolvió un poco sus largos cabellos.
-Hola Ash- carcajeé por lo bajo, mi cámara no estaba encendida.
-Prende la cámara, princesa. Quiero verte- hizo un mohín adorable.
-Dame un minuto, bebé- dejé mi laptop a un lado y me levanté de la cama.
-¿Qué harás, hermosa?- preguntó.
-Estoy hecha un desastre, no querrás verme así- reí mientras me quitaba los pantalones y la camiseta.
Dejé puestas solo mis bragas negras de encaje y rebusqué en el armario el camisón fino de seda del mismo color que una vez él me había regalado... y sí, también tenía encaje, en los bordes. Me vestí y solté mi cabello a un lado, peinándolo un poco con mis manos. Volví a sentarme en la cama y coloqué la laptop frente a mí.
-Aquí estoy, bebé- avisé y noté que su musculosa negra había desaparecido –Linda vista- murmuré y reí.
-Y esto es todo solamente tuyo- guiñó un ojo –Vamos cariño, prende la cámara... Daddy necesita verte- sonrió sin marcar sus hoyuelos.
-Oh... entonces creo que a Daddy le gustará lo que llevo puesto- toqué la opción para activar la cámara y mi imagen apareció en la pantalla –Hola Ash- reí por lo bajo mientras mordía mi labio inferior y saludaba con la mano.
-Joder, pequeña- gruñó y revolvió sus cabellos –Estás... estás jodidamente hermosa, nena- murmuró con voz ronca.
-Es el camisón que me regalaste la otra vez- sonreí de lado y pasé las manos por mi cuerpo, enseñándole mejor el mini vestido en cuestión.
-Oh nena, sí que lo reconozco- se mordió el labio inferior –No te toques, pequeña- tensó su mandíbula.
-¿Por qué, Daddy?- pasé una mano por mi cuello, y los dedos de la otra por mis labios. Esto iba a ser divertido, aunque era consciente del castigo que luego recibiría de su parte... Pero faltaban unas semanas para que el tour terminara, así que podía divertirme un rato.
-Porque Daddy quiere tocarte, pequeña- su voz era ronca y, creo que inconscientemente, estaba acariciando su bajo-vientre.
-Mmm... tu pequeña extraña tus manos- bajé mi voz una octava y mordí mi labio inferior con algo de fuerza.
-Hermosa, no me provoques- advirtió.
-Yo no te provoco, Ashton- recobré la compostura y reí.
-Mi amigo no dice lo mismo, pequeña- él continuaba hablando con su voz ronca.
-¿Qué amigo?- pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
-Oh ____, mi pequeña e inocente ____- se levantó de la cama y bajó su pantalón deportivo, llevándose sus boxers con él –Este amigo- sonrió tomando su miembro con una de sus manos.
-¡Ashton!- reí y cubrí mis ojos.
-Vamos, pequeña, no te está saliendo el papel de inocente- rio por lo bajo.
-Es cierto, no me sale, Daddy-
-Extraño que me susurres al oído- supongo que inconscientemente, su mano comenzó a moverse sobre su miembro. Buen momento para divertirse aún más.
-Y yo extraño que me hagas gemir tu apodo, Ashton- murmuré mientras miraba la pantalla.
-Nena, quiero que hagamos algo-
