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¿Dónde me lleva? Detengase.

Para..

—Solo te usara un momento, deja de chillar. Cuando se canse de ti te dejará libre, hasta que llegue ese momento, aguanta.

No por favor..

—¿Quién se cansara de mí? Por favor déjeme ir con mis padres. ¡suelteme!—empezó a temblar dejando escapar alguna que otra lagrima mientras que con todas sus fuerzas intentaba safarze de aquel agarre—Por favor se lo suplico ¿Dónde me está llevando? Déjeme ir por favor tengo miedo.

Callate y comportate.

Me duele

..

Recuerdos fugases se atravezaron por su mente. Pudo sentir un miedo irracional con tan solo ver la cara de aquel hombre.

"Estoy en problemas"

—Necesito irme

Antes que siquiera avanzara se interpuso en su adelante

—¿Por qué tan apresurado, a donde se va la pequeña Cenicienta?—reclamo en tono burlón 

—No es de su incumbencia, déjeme pasar 

—Los niños de hoy en día están cada vez más groseros -suspiro- ¿Qué nos espera por delante? ¿Tal vez deba castigarte?

—Ya pare con esto. Solo muevase.

Como si no escuchará, el mayor lo agarra de la muñeca, sorprendiendolo. El pequeño patalea y jala para que se detenga pero este ni se inmuta.

—¡¿Qué está haciendo?! ¡Suelteme ahora mismo!—grito desesperado

"Mi fuerza no se compara con la suya. No puede ser, ¿Qué hago, qué hago..?"

Maldiciendo empezó a ver a todas partes buscando algo con lo que ayudarse, nada. Parece que no podrá vivir tranquilamente, tal vez hasta no viva después de esto.

Pero algo cayendo y pisadas que indican estar viniendo en su dirección los detiene a ambos abruptamente ¿Alguien vino a su rescate?

—¿Qué cree que hace con ese niño?

Gira en dirección a la voz que escucha. Lo ve. Parece ser un joven tal vez de unos 18 o 20 años quien viste elegante con prendas que hasta de lejos se ven carísimas

"Su rostro me recuerda a alguien.."

—Le pregunte algo. Responda ahora

Parece ser que el hombre entró y salió de un pequeño trance, reaccionó soltando la mano del Hanagaki.

—Tranquilo chico, solo jugábamos—instintivamente levanto ambas manos

—Le pido que vuelva al piso de abajo, disfrute su estadía aquí y dejenos solos.

Sin más indicaciones corrió, mejor dicho escapó de los ojos de aquel azabache.

"Maldito mocoso, me las pagarás"

Cuando se encontraron por fin solos, esque por fin hablo el niño blondo

—Muchas gracias por ayudarme, no conocía a ese hombre.. Pero ahora todo está bien—Hizo una pequeña reverencia como gratitud

—No hay problema ¿Cual es tu nombre pequeño?—Se agachó en cuclillas quedando cara a cara, le sonrió dulcemente—Pareces ser de la familia Hanagaki o me equivoco?

—No está mal! soy Hanagaki Takemichi ¿Yo puedo saber su nombre también?

—Oh sí, me llamo Shinichiro de la familia Sano te llevaré con tus padres ¿Te parece bien?

—Se lo agradecería mucho.

—Muy bien, acompañame

Le ofreció su mano para caminar a la par y no dejar atrás al menor, mientras sonreía pensó "Alguien débil", tal vez sea un niño, pero aún de lejos pudo ver cómo su cuerpo temblaba al ser arrastrado sin esfuerzo o esmero.

"Te deseo lo mejor de la suerte, ojalá pronto puedas aprender a sobrevivir en este mundo, Takemichi"

Última oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora