Rodrigo es un niño de once años que fue abandonado por su madre y padre hacia ya un par de meses, no tenía hogar, ni dinero. Estuvo viviendo en la calle desde entonces, intentando pedir monedas a la gente que pasaba o entrando a restaurantes con esperanza de comer algo.
Un día se encontraba buscando un refugio, ya que hacia frio, estaba un poco cansado, caminó por mucho tiempo. En su búsqueda chocó con un chico un poco más alto que él, pero no parecía ser mas grande en edad, estaba mirando por la ventana de una cafetería.
-Perdón ¿Estás bien?- el otro chico todavía estaba en el piso, tenía un clavel en la mano.
-Si, perdón- tomó la flor y se paró en puntas de pie para seguir viendo por la ventana.
-¿Qué hacés? -preguntó Rodrigo curioso.
-Espero a ver quién sale y le vendo este clavel-sonrió aún atento al gran ventanal.
-Okey... ¿estás solo?-el pequeño asintió-¿cómo te llamas?
-Iván, ¿y vos?
-Rodrigo... ¿querés que seamos amigos?
-Bueno.
Una conversación completamente racional para la edad, ahora ambos estaban parados de puntas de pie atentos a ver quién salía, pero nadie parecía tener ganas de comprar un clavel.
-Iván... ¿por qué no caminamos por allá?-dijo señalando la gran avenida Corrientes-capaz que ahí te compran el clavel.
Iván se encogió de hombros y asintió. Rodrigo lo tomó de la mano y ambos se dirigieron hacia la avenida, llena de cosas que al pequeño pelinegro le llamaba la atención.
-Nunca caminé por acá, ¿qué es eso?-señala una gran puerta llena de anuncios de obras de teatro.
-Es un teatro, ¿alguna vez fuiste a un teatro?
-No, mis papás no hacían nada conmigo.
-Mis papás tampoco.
Siguieron caminando, sorprendiendose por cosas que se encontraban en el camino.
Luego de andar por un rato dieron con el obelisco.-Vayamos a sentarnos ahí, pasa mucha gente -Iván arrastró a Rodrigo. El clavel permanecía estable, pero seguramente no por mucho.
Mientras esperaban que alguien se apiade de ellos y compren el clavel, intentaron conocerse más.-¿Cuántos años tenés?
-Once, ¿vos?
-Seis.
-¿Seis? sos más alto que yo.
-Es que me daban Danonino-rió
-Hace cuánto que...
-No sé contar... pero supongo que un rato.
-Oh, entiendo. Yo llevo un rato también.
-¿Te gustan los claveles?
-Mhmm-simuló pensar-sí.
-Te regalo este-sonrió y extendió sus manos con el clavel en ellas.
Llegaba la noche y ambos chicos seguían sentados en la base de uno de los monumentos más importantes del país. El frío aumentó y Rodrigo no aguantaba más.
-Vamos a un bar que está cerca, hice un amigo ahí.
-¿Qué es un bar?
-Ahora te muestro.
De vuelta agarrados de las manos se dirigieron a un lugar que no estaba muy lejos de allí, Rodrigo no entendía mucho como funcionaban las calles pero sabía que estaba cerca gracias a los grandes carteles que lo guiaban.
-Acá-paró frente a un pequeño barsito que todavía estaba vacío.
-¡Rodri! corazón, ¿necesitas algo? -un amable chico de pelo castaño y con lentes se acercó a los dos-¿él es tu amigo? -miró al de ojos verdes.
-Él es Iván, me regaló esta flor-mostró el clavel.
-Wow Iván, que lindo gesto-sonrió-¿necesitan algo?
-Hace frío-se limitó a decir Iván.
-Sientense y les traigo un té a cada uno-dijo para dirigirse a la cocina.
-¿Quién es?-se animó a preguntar cuando ya estaban sentados.
-Se llama Germán, una vez vine acá a pedir comida y él me dió eso y más, es como un amigo, como vos y yo.
-Pero-pausó-bueno.
Iván era un niño muy tímido, pero al parecer Rodrigo era todo lo contrario a él. El pequeño pelinegro era bastante introvertido y eso le dificultaba un montón vender las flores que vendía día a día para ganarse nada más que diez pesos.
Hacía unas horas que conoció al castaño pero ya lo quería como si fuese realmente un amigo, o algo más, pero a su tan temprana edad no sabía definir bien que era eso que sentía en su estómago.
-Acá están-Germán trajo dos tazas de té caliente para ambos chicos-disfruten.
Tomaron sus té en silencio y bastante rápido, ya que necesitaban eso para poder calentarse.
-¿Te gustó?-preguntó Rodrigo dejando la taza en la mesa.
-Sí, estaba rico.
-Qué bueno-sonrió.
El ser humano tiene necesidades y todos los sabemos, por eso cuando un líquido se digiere hay que sacarlo por algún lado; Rodrigo tenía ganas de hacer pis.
-Voy al baño-iba a levantarse pero Iván lo interrumpió.
-Esperá, ¿puedo ir con vos?
El castaño asintió y lo tomó de la mano para ir juntos al baño.
Luego de ambos hacer sus necesidades lavaron sus manos y se quedaron ahí unos segundos.
A decir verdad estaban cerca, muy cerca.-Iván, ¿alguna vez diste un beso?
-Mi mamá me daba besos de buenas noches.
-No hablo de esos, digo... -se acercó al oído ajeno-besos en la boca.
-¡No! ¿qué es eso?
-¿Querés que te enseñe?-Iván asintió.
No eran expertos en nada, Rodrigo menos que menos. Simplemente se acercó al otro con los ojos cerrados y dejando un leve beso en los labios de Iván.
Se separaron, Rodrigo tenía un tono carmesí en las mejillas e Iván mostraba confusión, aunque también estaba sonrojado.-¿Y?
-Se sintió bien-sonrió el pelinegro.
Rodrigo estaba feliz, tomó de la mano a su amigo y salieron del lugar.
-★-
Ambos chicos estuvieron un año entero dando vueltas por toda la ciudad de Buenos Aires, sus piernas se cansaban pero mientras se tenían el uno al otro, las energías eran eternas.
Ahora en vez de claveles vendían rosas.
Durante un mes se quedaron en una localidad, con sus rosas en la mano y ofreciéndole a la gente, Iván era más extrovertido y conseguían dinero rápido para poder comer algo.
Se podría decir que su situación los haría caer en la depresión pero no, ambos chicos eran felices porque estaban juntos al otro. Iván sentía paz y amor cada vez que Rodrigo lo rodeaba; Rodrigo sentía que no necesitaba nada más en la vida para ser feliz.Su vida era perfecta, a su manera.
Eran niños inocentes en un mundo difícil pero ellos salían adelante, como podían.
------- !!!
Esta canción es muy bonita!! aunque capaz no supe plasmarla bien. Me gustó un poco como quedó y les debía algo, hace rato que no escribo nada.
Prometo que tengo borradores sobre rodrivan!! solo tengo que estar inspirada usjsjsjsjSi tiene apoyo hago la pt2 !!!
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11 y 6 - rodrivan
Fanfiction𝓾𝓷𝓸 𝓬𝓪𝓻𝓰𝓪 𝓬𝓸𝓷 𝓸𝓷𝓬𝓮, 𝓮𝓵 𝓸𝓽𝓻𝓸 𝓬𝓸𝓷 𝓼𝓮𝓲𝓼. --->> basada en la canción "11 y 6" de Fito Paez. Dos niños, uno de once años y otro de seis; vivían en situación de calle. El resto de la historia se cuenta después. ---------- <3...