Un día cuatro chicos se despertaron de un profundo sueño, un día como cualquiera o eso pensaron...
Raven... Más conocida como Fénix
Skylar... Conocida como Ninfa
Damián... Mejor conocido como Boss
Onyx... Conocida como Moon
Aunque solo se conocen...
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-¿Sigues despierto BOSS? – Escuchar esa voz me sorprendió.
-¿Serafine? ¿Eres tú? - << ¿Era ella? >> sentí una pizca de emoción. Me gire para saber de dónde provenía esa jodida voz.
-La misma en persona Damiancito, ¿Me extrañaste? O ¿Debería llamarte BOSS? – Dijo burlonamente, para después sentarse en el sillón de la habitación.
-Habitación VIP, tus viejos sí que tienen dinero – Respondió mirando todo alrededor.
-¿Tu provocaste esto? – Necesitaba respuestas y ella estaba aquí, era la única que podría sacarme de dudas.
-¿Esto? ¿Quedar en coma y despertar después de 5 años? ¡Ay mi ciela! ¡Tan desgraciada no soy! –Respondió acercándose hacia mí.
-¿Entonces? ¡¿Cómo diablos aparecí en este lugar?! ¡¿Magia?! – Ella solo me estaba irritando cada vez más y más.
-No lo sé Damián, es lo que intento averiguar, sé que estás desconcertado, pero el consejo está haciendo lo posible para tratar de solucionarlo – Sus palabras eran confusas, "¿Consejo?" << ¿De qué estaba hablando ahora? >>
-¡¿CONSEJO?! ¡ME ESTAS JODIENDO! – Me sentía desesperado, asustado y desconcertado.
-Escucha Damián, no tengo mucho tiempo para explicarte todo, tu madre volverá en una hora y no es tiempo suficiente para contarte lo que está sucediendo.
-¿Madre?, esa mujer no es mi madre, dice serlo, pero ¡No lo es! ¡Te apareces y me dices que no sabes que está pasando, ni como llegue aquí! ¡¿entonces a quien se supone que debo acudir?! – Hable con impotencia, impotencia de no poder hacer nada, de no saber nada, de sentirme inútil.
-Te lo mostraré – Habló caminando hacia mi hasta terminar frente a frente, para colocar sus manos en mi cabeza.
-¡¿QUÉ HACES?! – Mencioné asustado, tratando de escapar de sus manos, Serafine en estos momentos se veía seria, parecía una de esas locas que asesinan sin piedad en los hospitales, esas asesinas en serie, vestida de negro, parecía la parca con esa fea túnica.
-Hacerte recordar – Cuando coloco las yemas de sus dedos a cada lado de mi cabeza, justo tocando la sien, imágenes, muchas imágenes, aparecieron de repente, imágenes que jamás en mi vida había visto, cuando era pequeño, cuando fui a un cumpleaños, yendo de viaje con mis padres, dando mi primer beso, conociendo a Aitana, jugando, yendo de viaje con amigos, eran demasiados momentos a la vez que terminaron mareándome.
-¿QUÉ ES TODO ESTO? ¿QUÉ SON TODAS ESAS IMÁGENES? – No entendía porque me mostraba todo esto, no lograba comprender cuál era su objetivo de todo esto.
-Recuerdos Damián, recuerdos de Iker... - Mencionó con cierto misterio en su voz, como odiaba cuando se querían hacer los interesantes.
-¿Iker? ¿Qué tiene que ver ese chico conmigo? – Dije ansioso.
