. Time skips. 🌈 , Nesscas

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Tema: Hospital Visits.

"Hagamos esto juntos."

Empezado: 30/3/24

Terminado:

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- Ness odia las visitas a hospitales por diferentes razones, uno, las largas esperas, dos, el olor desagradable a hospital, y tres, las vacunas.

- No era un secreto para nadie, las vacunas eran la peor pesadilla para cualquier ser humano en la tierra, simplemente un horror, no sólo por el dolor, sino por su inquietante aspecto, y eso Ness no lo podía soportar en absoluto.

- Estaban justamente en el hospital para una vacuna que Ness necesitaba, y ya se habían retrasado varios meses en ponérsela, ya que cada vez que el pelinegro se le mencionaba la visita al hospital, lloraba a cantaros y su madre no podía con ello, está vez ya se había dispuesto a llevarlo a la fuerza.

- Y allí estaban, esperando a que fuera su turno, mientras un Ness de 6 años se arropaba con una manta, la cual estaba siendo fuertemente agarrada por el azabache y mojada por sus lágrimas de temor. Su madre no tenía el corazón para verlo de esa manera, así que se mantuvo tomando su mano y sonriéndole cada cierto tiempo para darle a entender que todo estaba bien.

- Y eso tal vez ayudo un poco a que no se sintiera tan mal, pero persistía su miedo intenso a que aquella jeringa de tuberculina entrando por sus venas e inyectando un medicamento desconocido para él, de sólo pensarlo quería desmayarse. Pero debía ser un niño grande, ¿No? Tracy podría decepcionarse si veía que su hermanito mayor tenía miedo a algo, debía ser un buen ejemplo para la ojiazul más pequeña. Una rubia de 3 años sonrió hacia su hermano, él le devolvió la sonrisa con nerviosismo, seguramente ni siquiera sabía que demonios era una vacuna. Suspiró con aún más temor encima, ¿Qué debería de hacer? Tan sólo tenía esa manta y la opción de leer uno de los periódicos en la entrada del hospital... Todo era tan difícil. Estuvo frustrado unos minutos más hasta que una familia entro por las puertas del hospital, con un niño completamente horrorizado y brotando miles de lágrimas de sus ojos, tomaba fuertemente la pierna de su madre, aferrado a la única persona de confiar en el establecimiento. Su padre acarició su cabello y fue a tomar su ticket y hacer otras cosas que Ness no entendía, mientras que un bermejo jalaba con enojo a el pequeño que lloraba de la pierna de su madre. La castaña sonrió dulcemente y ordenó a su cría a sentarse al lado de Ness, el niño de cabello azabache casi objetó antes de que el pequeño niño le diera la mirada más quebrada que haya visto jamás, simplemente no podía dejarlo allí, le dio un espacio para sentarse con él. Tímidamente se acerco y se sentó con el de gorra roja aún sollozando, miró a su madre la cual asintió y se llevo a otro de sus hijos a otro lugar del hospital.

- Ness volteó a verlo curioso de la razón por la cual el pequeño lloraba tanto, felizmente y con una voz dulce le habló.

- Hola. ¡Soy Ness! - Dijo alegremente el ojivioleta. El niño se limpió las lágrimas con vergüenza y respondió.

- Lucas... Soy Lucas. - Su voz estaba completamente quebrada, en cualquier momento volvería a llorar.

- ¿Por qué lloras? - Simplemente preguntó.

- Mi madre quiere vacunarme junto a mi hermano, hice todo lo que pude para que olvidará eso hace meses, rompía todos los calendarios, notas y todo rastro de esta cita medica... Pero eventualmente ella lo recordó, y ahora estoy aquí. - Dijo mirando al suelo.

- Oh- ¡Yo también me vacunaré! También evite por mucho tiempo que mi madre me llevara al hospital, pero ya ves que tampoco me funcionó. - Sonrió amablemente. Olvidando que alguna vez había estado llorando.

- ¿En serio? No sé como estás tan tranquilo...

- Oye, no creas que yo no estoy asustado. Literalmente estaba llorando unos instantes antes que tú, pero me calme al ver que mi lloriqueo no era nada ante el tuyo, de verdad creí que te iban a hacer algo muy malo. - Se rasco la nuca, nunca podría ser más valiente que nadie, simplemente era normal.

- Hmm... Sólo soy muy llorón. Realmente estoy aterrado, nunca me vacunaron antes.

- ¿Nunca?

- Sí, jamás he sido vacunado, y no lo he necesitado, desde que nos mudamos y estudio en mi nueva escuela... Mi madre decidió vacunarme como a los demás chicos. - Estaba bastante apenado.

- ... Hagamos un pequeño trato, ya que ambos estamos asustados... - Dijo dándole un poco de aliento a su nuevo compañero. - Cuando nos toque vacunarnos, tomaré tu mano para que ninguno de los dos tenga miedo.

- ¿Q-Qué? ¡Pero Ness no creo que funcione! Tendremos miedo e igual dolerá... - Dijo temblando y mirándolo a los ojos.

- No si lo hacemos juntos. - Ness le sonrió.

- Después de minutos de espera, llegaron los números de ambas familias, así que ambas se dirigían a la misma habitación de hospital para las vacunas.

- Hagamos esto juntos, ¿Sí?

A pesar de la incertidumbre, Lucas sonrió un poco. - Hagámoslo.

- Ambos niños tomaron sus manos, sonrojándose al sentir las frías manos del otro tocarse entre sí, Ness tomo la manta y se levantaron para ir a la sala junto a sus familiares. Se sentaron en diferentes sillas y diferentes personas los atendieron, ambos cerraron sus ojos y tomaron fuertemente sus manos, perdiéndose en el tacto del otro haciendo que cualquier dolor y miedo desapareciera de su cuerpo. Al poco tiempo se separaron y terminaron la vacunación, salieron del hospital y se despidieron simpáticamente con un honesto "gracias." Una experiencia que ninguno de los dos, olvidarán.