𝓜𝒓. 𝑽𝒂𝒎𝒑𝒊𝒓𝒆 ₊˚⁺ /𝑳𝒊𝒙𝒋𝒊𝒏/𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙/

⋆¹⁹ - Dolor

- 🎸 -

Sale de esa cafetería, manos sudando. Chris le espera fuera, con una sonrisa.

Se dan un abrazo, saltos de alegría.

-¿Qué tal te ha ido?- aplaude con emoción.

-¡Muy bien! Espero que me elijan.- palmadas en su espalda.

-Ya verás que sí...- se funden en la comodidad.
-¿Qué, vamos al bar a celebrarlo?- se remoja los labios, algo pensativo.

Niega.

-No, no me apetece beber. Prefiero ir a comer y ya está.- Chris abre la puerta del coche.

Entra al copiloto, mientras él arranca.

El mayor pone la radio. Se emociona al escuchar la canción, y comienza a cantar.

Le mira sonriente, hasta que nota algo en su cuello.

Frunce el ceño.

Aparta su camiseta. Él le choca la mano, con prisa.

-¿Qué era eso?- tarda en contestar, nervioso.

-No es nada, no sé qué dices.- se cruza de brazos.

-Tenías un morado enorme, Chris. ¿Qué has hecho?- él pone una expresión de disconformidad.

-¡No es nada, Hyunjin! No te entiendo.- cómo tartamudea le hace sospechar aún más.

Mira hacia el frente y espera a que se relaje.

Escucha su suspiro de alivio.

Se lanza al cuello de su camiseta.

-¡Hyunjin, vamos a chocar! ¡Hyunjin, que no tengo nada!- él lucha para que sus manos suelten la ropa.

-¡Está lila, Christopher, dime qué es!- se cubre la zona con una mano.

-¡Que no sé qué dices!-

-¡Que qué coño es el puto morado que tienes ahí!- comienza a alterarse.

¿¡Es tan difícil decirlo!?

-¡Que no es nada!- da un golpe al coche.

-¿¡Cómo, si te ocupa medio cuello!?- Christopher rueda los ojos y chilla de agobio.

-¡Déjame en paz, Hyunjin, que no tengo nada en el cuello, joder!- los dos callan gracias al fuerte pitido de las bocinas de los coches y un gran golpe.

Miran al frente.

Mierda...

-¿¡Ves lo que haces!?- abre la boca, ofendido.

-¡Has sido tú, que no me lo has querido decir!- el mayor chista la lengua y se quita el cinturón.
-Vete a la mierda.- Chris sale del coche. Se toca la frente, sin querer ver la discusión de la pobre señora con él.

Hasta que cae en cuenta.

Sale con prisa.

Él tendrá que pagar la multa, y su identificación... Es mejor prevenir que curar.

-¡Señora, ha sido mi culpa, lo siento!- ella no contesta, con el móvil en la oreja.

Ha llamado a la policía.

Todo mal. Todo fatal.

-Chris, perdóname.- él le da la espalda, presiona las manos contra sus ojos.
-Lo pago yo.- da la vuelta.

-¿¡No ves que tú no puedes pagarlo!? ¡No tienes ni el dinero ni la multa!- desesperado, agarra sus cabellos y estira.

-¡Lo siento, joder! ¡Haberme enseñado eso antes, tanto secretismo!- Chris se queja con migraña.