Capítulo 80: "La heredera"

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En la fiesta

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En la fiesta

- No te entiendo – le dijo Mina a Jihyo. Las dos estaban en la barra esperando a que le trajeran sus bebidas.

- ¿Qué cosa no entiendes? - preguntó de mal humor

- Vienes a esta fiesta para castigar al bomboncito y te la pasas mirando a la entrada esperando a que T/n llegue a buscarte – Demasiado obvia morena

Jihyo no se atrevió a contradecirla, sencillamente apoyó los codos en la barra y puso su cabeza entre sus brazos – ¿Por qué carajo no puede pedirme perdón? ¿Por qué no puede ser sometida como tú y venir arrodillada rogando que la perdone? – estaba enojada

- ¡OYE! – Mina no iba a aceptarlo – No me arrodillé – pero casi. La desesperación de la morena le hizo saber que no estaba para bromas – Jihyo, escucha – le acarició la espalda – El bomboncito es así. Cuando le dijiste que ibas a salir sin ella, le tocaste la fibra de los celos, y lo sabes bien – la morena sabía.

- Lo sé Mina, lo sé – se compuso para recibir la copa de vino blanco que le acercaba el barman – pero realmente pensé que después de la primera noche no iba a aguantar, que iba a pedir perdón y todo lo demás. La extraña, la quiero aca conmigo. – ambas regresaron caminando hacia el lugar que había elegido Sana para bailar, procurando no chocar con la gente que bailaba alrededor de ellas.

- Toma tu tequila amor – Mina le daba la bebida a su esposa.

- ¿Crees que puede llegar a venir? – Sana le consultaba a su amiga que estaba mirando de vuelta hacia la entrada

Jihyo se encogió de hombros – probablemente está viendo la forma de esconder más maldita pornografía dentro de algún lugar raro como… no sé - tomó de su copa – como las pesas del gimnasio o algún estúpido lugar que yo no frecuente seguido… ¡Dios! ¡Detesto a la maldita Lee Sunmi! – Quinn se estaba descargando - ¡Detesto a cualquier mujer con la que mi esposa quiera acostarse que no sea yo! - seguía – Es más… Brindo por ya no ser deseada por mi mujer – Jihyo levantó la copa haciendo que Sana y Mina se miraban.

- ¡Demonios! – Alguien chocaba con Jihyo haciendo que tirara su vino blanco al piso - ¿Acaso no miras…? – Una cara conocida para la morena - ¿Doctor? – una de las pesadillas de T/n aparecía en la fiesta

- ¡Jihyo! ¡Lo siento! – la reconoció – No te vi, discúlpame – secaba a la morena con su mano aprovechando a tocarla. El hombre miró para todos lados – No veo a tu esposa aquí – le dijo, parecía contento.

- No vino conmigo – Jihyo no pudo evitar pensar que a T/n no le gustaría nada ver a este tipo con ella.

- ¿Te dejo sola? ¿A ti? ¡Que locura! ¿Acaso no sabe que clase de mujer tiene a su lado? – empezaba el coqueteo descarado. La fotógrafa no pudo evitar sentir ganas de golpear al doctor por atreverse a hablar de su mujer.

Cuando, Dónde Y Como El Amor Quiera | ᴶⁱʰʸᵒ ʸ ᵗᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora