La guerra de los dioses trasciende a los Midgard, mezclando su sangre con algunos pocos, los seres mitológicos mezclándose viviendo con los humanos. dos bandos al igual que los dioses viven en constante guerra, política y personal ¿Por solo un ser t...
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Capitulo #03 P.o.v Narrador.
La ardilla llamada Ratastok del tamaño de un perro, pero se veía a una ardilla con muchas canas y tres cuerpos apenas notorios en su cabeza, que llevaba con sigo una bolsa roja otoño en su cintura.
— ¿Ratastokr? Si eres en verdad esa mítica ardilla ¿No debería ser inmortal? — replico la princesa de tes blanca con gran curiosidad — estas en verdad anciano
— Bueno, en realidad no somos inmortales — explico al sentarse de golpe en el suelo — "Ratastokr" es la ardilla mágica que lleva los mensajes de los dioses de un lado a otro del árbol de Yggdrasil, aunque somos seres mágicos, no somos inmortales, así que cada mil años una ardilla reemplaza al anterior para tomar el cargo de "Ratastokr" pronto llegara mi hora de ser reemplazado... Oh por favor sientese — ofreció amablemente y se levanto para buscar tras la roca ya mencionada — debe tener hambre, pero como no creo que coma lo que yo ¿Le gustaría un poco de Hidromiel? es autentico, hecho en Asgard — agrego al servirlo en un tazón.
— Gracias, pero ¿Como fue que llegue aquí? — pregunto la joven tomando el tazón y bebiendo de el —
— Pues yo me paseaba precisamente por esa parte del bosque, cuando note que un par de Gigantes y una manada de Linces montañeses atacaban a una joven — respondió al batir el Hidromiel, en movimientos circulares — cuando te hirió el lince, intervine con un poco de magia y como mas rapido que pude te traje a los prados nocturnos
— ¿Prados nocturnos? — pregunto Nilsa de nuevo bebe de aquel tazón — no sabia que había un lugar así en Vanirheim
— Eso porque es un lugar que suele moverse, una noche puede estar en Vanirheim, otra noche puede estar en Sigtreheim o en cualquier otro lugar, suele cambiar su ubicación cada que vez que quiere, es como si tuviera mente propia — respondió el anciano Ratastokr — incluso si se establece en un lugar luce como un desierto, arido, seco e infértil, estar ahí y no darse cuenta que es el lugar, pero al caer la noche salen a relusir las hadas y seres nocturnos protegidos por el dios Mani... Por cierto... ¿Puedo saber su nombre?
— Me llamo Nilsa — se presento — soy la princesa de Vanirheim
— Ah, entonces debe ir a su reino ahora mismo, majestad — dice Ratastokr levantandose — su padre debe estar preocupado, y no se preocupe, le pediré personalmente al dios Odín que vele por usted
— ¿Que...? pero soy una Vanr — replico la princesa — Odín no protege a los Vanir
El hizo caso omiso a aquella frase que dijo la dama, hizo una esfera mágica en el suelo y de repente todo el prado comenzó a moverse, como si se tratara de pintura disuelta en agua, era como una ilusión, pero tan real a la vez.
— Oiga, ¿Que esta haciendo? — pregunto exaltada —
— Descuide, Majestad, la llevo a casa — respondió Ratastokr empleando su magia — si algún día necesita ayuda, solo sople una hoja y apareceré
