Expresso

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El sol se asomaba tímidamente por encima de los tejados de la ciudad, pintando el cielo de tonos cálidos y dorados. En medio de ese despertar matutino, un lugar especial aguardaba a aquellos que buscaban refugio en sus aromas reconfortantes y sus sabores exquisitos: la cafetería “Blend”

Jeonghan se paró frente aquella puerta, que lo llevaba a la cafetería un lugar maravilloso el cual el amaba, su lugar seguro, el verdaderamente era un fanático del café desde joven le encantaba todo lo relacionado con el café, siempre le insistía a su madre para que lo inscribiera en cursos de baristas

El día que logro abrir su propia cafetería fue un día mágico, se esforzó mucho trabajando para ganar dinero y comprar el local que tanto quería en un lugar perfecto, lleno de tiendas donde constantemente iba mucha gente

Era tal como siempre imaginó, un lugar moderno, con tonos de madera claros, espacioso con luces cálidas, su lugar favorito.

Llegó la hora de abrir, sacudió un poco la cabeza y abrió la puerta, las ventanas y acomodó un poco los muebles, mientras esperaba que sus empleados y clientes llegaran.

Le gustaba llegar antes que sus empleados para poder admirar todo y ver qué nada faltará. Sus empleados empezaron a llegar, todos muy puntuales como debía ser, Jeonghan no era un jefe muy estricto, no le gustaba exigir demasiado pero, tampoco permitía cosas como que sus empleados holgazanearan o faltaran al trabajo sin avisar

Una vez que todos estaban listos volteo el cartel de “cerrado” a “abierto” los clientes empezaron a llegar. Jeonghan esperaba a ciertos clientes especiales

El los consideraba especiales ya que desde el primer día, siempre van sin falta a la cafetería y piden lo mismo, por más que el tuviera empleados el siempre se encargaba de atenderlos eran los únicos que Jeonghan atendía desde que había contratado empleados

Esos clientes eran muy adinerados, uno de ellos era dueño de una empresa de autos a la cual le iba muy bien, siempre se preguntó porque si tenían tanto dinero irían a una cafetería común y corriente en la ciudad

Miro el reloj eran las ocho y cuarenta y cinco, uno de ellos siempre llegaba a esa hora se le hizo raro giro para lograr ver la puerta y en ese mismo instante logró ver cómo su primer cliente especial bajaba de un auto muy lujoso, el cual supuso qué pertenecia a su empresa

En ese momento la puerta se abrió, era el su cliente especial, se acercó a la puerta y lo saludó con una sonrisa -¿Cómo estás Seungcheol?-, aquel hombre le respondió -Bien, ¿y tú, lindo? -Me alegro, yo estoy bien-. Puedes sentarte por aquí- Dijo con una sonrisa mientras señalaba un mesa junto a la ventana

Ambos fueron a la mesa y Jeonghan le preguntó si pediría lo mismo de siempre, Seungcheol asintió con una sonrisa, al llegar con su pedido le hizo una pregunta -Oye, Seungcheol ese auto ¿es nuevo?-   -Oh, si es nuevo, lanzamos un nuevo modelo y quería probarlo. ¿Te gustá?- preguntó Seungcheol

-Es realmente genial- Exclamó Jeonghan. Justo en ese momento alguien froto el cabello de Jeonghan despeinándolo un poco Jeonghan volteo para ver que era Joshua otro de sus clientes especiales en ese momento…

Joshua miró a Seungcheol de reojo, con una pequeña sonrisa sin buenas intenciones, Seungcheol rodeó los ojos detestaba a Joshua, tenia las mismas intenciones que el, al igual que Hyungwon Los tres clientes especiales, querían saber que le gustaba a Jeonghan y conquistarlo

Pero, Jeonghan no parecía mostrar interés, siempre tuvo esa personalidad dulce y amable, aunque a veces era un poco terco, y competitivo, con ese rostro de ángel parecía ser uno tenía una sonrisa que te hacía sentir bien, siempre trató a la gente de la misma manera que los trataba a ellos

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⏰ Última actualización: Mar 17 ⏰

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