-Sophia. –susurró, acercándose a su hija, queriendo abrazarla y no soltarla. Sophia sonrió, y aceptó su abrazo. –Bebé, te extrañé tanto.–le dijo, besando su mejilla. Abrió sus brazos un poco más y acogió en ellos también a Lizzie y Mica. – Ya no las soltaré de nuevo, se los juro.
Sophia se apartó y Lizzie se acercó. –No. Tienes que irte. –le dijo, y no sonaba como ella, como aquella Lizzie perturbada de los últimos días.
-Lizzie, perdón, yo no quería... pero tú, y... Dios, perdóname. Te lo juro, ya no dejaré que nada malo les pase.-tartamudeó. Quería disculparse, quería protegerlas, quería quedarse.
-Lo sé. No fue tu culpa, tenías que hacerlo. Y yo estoy mejor ahora. –respondió Lizzie, con una sonrisa que iluminaba todo su rostro.
-Tienes que irte. –era Mica esta vez.
-Pero yo... yo quiero quedarme. Quiero estar con ustedes. Déjenme quedarme con ustedes. –rogó. –sé que no lo hice bien, pero esta vez nada les hará daño.
-Lo sabemos. –dijo Sophia.-pero todavía no puedes quedarte.
-¿Por qué? Quiero estar con ustedes. –repitió.-es lo único que quiero.
-Eso no es lo único... -discutió lizzie. Carol sólo la miró, un poco confundida.
Mica sonrió. Esa amplia sonrisa que a ratos le hacía pensar que todavía había esperanza. –Escucha.
-¿Lo escuchas, Carol? –Dijo Lizzie, sonriendo también.
"Está bien. Si tienes que irte... lo entenderé, pero por favor, quédate conmigo. Te amo. No me dejes."
Ella asintió. Era Daryl, siempre era él, aunque ella había estado tratando de ignorarlo para concentrarse en sus hijas.
-No puedes dejarlo. Él te ama. –afirmó Sophia. –Y tú lo amas.
Carol sollozó, incapaz de controlar sus lágrimas, ¿por qué tenía que elegir? -Sí, pero también las amo a ustedes. No quiero dejarlas.-susurró, cayendo en sus rodillas incapaz de mantenerse en pie.
-Nosotras estaremos acá, esperándolos. Pero no ahora.-le dijo Sophia, acercándose para abrazarla.
-Siempre estamos contigo. –añadió Mica, quien se acercó para abrazarla también, seguida por Lizzie.
-Carol asintió, llorando. –Las amo. –les dijo, abrazándolas fuertemente, sabiendo que sería la última vez en un tiempo. –no hay un segundo de mi vida en que deje de hacerlo.
"Por favor, Carol, no te vayas."
-Tienes que irte mamá. –dijo Sophia. Las tres dieron un paso hacia atrás y todo se volvió borroso.
*-*-*
Rick había intentado convencerlo de ir a descansar y comer algo, pero él se había negado. Hasta donde sabía, Carol podía irse en cualquier momento y él tenía que estar ahí, hasta el último momento con ella. Y, aunque sabía que era poco probable, también quería estar ahí en caso de que despertase.
Todos los de su grupo habían pasado por turnos a ver a Carol. Incluso Judith, quien había hecho muecas e intentos de zafarse de los brazos de su padre para besarla en la frente, como tantas veces Carol lo había hecho con ella... como si supiera que ella estaba mal. Rick se lo permitió, y lo hizo él también. Daryl sabía que era uno de los más afectados, junto con Carl, Maggie, Glenn, Michonne y, por supuesto, él.
Pero ahora los únicos allí eran él y Carol.
Ella en una camilla y él en una silla junto a ella, sosteniendo su mano entre las de él, y apoyando su frente ahí. –Por favor... vuelve. Si vuelves dejaré que me llames Pookie... demonios, si vuelves dejo que me llames cariño, corazón, bebé, como quieras... sólo vuelve. –besó su mano. –Si no vuelves yo...
Un ruido lo hizo levantar la cabeza. Era ella. –No. –murmuró, abriendo los ojos pero cerrándolos de inmediato ante la molestia que la luz le causaba. –No lo digas.
Daryl se levantó de la silla tan rápido que el impulso la lanzó lejos, y llegó lo más rápido que pudo hacia Carol, comprobando que de verdad era ella a quien había oído, buscando su mirada, un movimiento.
Carol abrió los ojos de a poco, y sonrió al verlo tan cerca. –hola. –susurró, su cabeza le dolía horriblemente, y el ruido, la luz, todo le molestaba, pero Daryl estaba ahí y todo pasaba a segundo plano.
Él se inclinó hacia ella, abrazándola lo mejor que pudo, escondiendo su cara allí, en su cuello, donde podía sentir el pulso de Carol fuerte y constante. Y entonces lo que empezó como un sollozo, se convirtió en el peor llanto de su vida. Y no le importaba. Era Carol, y ella jamás lo juzgaría.
-Oh no, por favor, no llores. –rogó Carol, sabiendo que si él lloraba, ella terminaría igual, pero ya era tarde y podía sentir las lágrimas cayendo por su mejilla.
-Estás viva. –susurró, apartándose un poco para mirarla a los ojos, acunando su cara entre sus manos. –Estás aquí.
Carol sonrió y asintió. –Estoy aquí. Estoy contigo. –dijo, poniendo sus manos sobre las de él.
-Te amo. Te amo tanto. –le dijo, antes de inclinarse y besarla por primera vez.
Daryl deseaba que hubiera habido una mejor ocasión para su primer beso. Ciertamente besarla en una enfermería improvisada, después de haber pensado que podría morir, y con ella aún adolorida, no era parte de ninguna de sus innumerables fantasías. Pero fue todo suave, todo lindo, toda ella y todo él... tan perfecto y era todo lo que importaba. No había manera de que estuviera esperando una mejor oportunidad para nada de nuevo.
Se apartaron y Carol estaba sonriéndole.
-Yo también te amo, Daryl. –le dijo.
Daryl la abrazó de nuevo. –No vuelvas a hacerme esto. –sollozó. -Pensé... pensé que te había perdido, que te habías ido.
-Shh... Está bien. Estoy aquí, no me iré, no si puedo evitarlo. –prometió, besándolo, distrayéndolo de todo aquello que estaba calándole en ese momento, y disfrutando de las nuevas sensaciones que estaba sintiendo con él.
Ella sabía que todo lo que sentía en ese momento, esa dicha, esa alegría, esa felicidad, aquella sensación de plenitud en su interior, por poco no había existido. Sentía un poco de nostalgia, sabía que aquel día, ella había podido elegir irse y estar con sus niñas. Pero habría tiempo, tarde o temprano estarían todos juntos, pero ahora era tiempo de estar con él, de disfrutar el tiempo que fuera a su lado en ese mundo, si era un día o 20 años, no importaba.
Ella podría haber parado esa angustia con que despertaba cada día en ese mundo en el que vivían, podría haber vuelto a reunirse con Sophia, Mica y Lizzie, podría estar en aquel hermoso jardín donde los muertos estaban en paz y no comiéndose a los vivos... pero no lo hizo. Y de todas las cosas que no había hecho en su vida, esa era la única que jamás lamentaría.
AN: Ok, este es el fin. Es sencillo, pero es lo que más sentido me hacía para esta historia, así que de verdad espero que les haya gustado
¡Muchas gracias por sus comentarios!
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Pero no lo hice
FanfictionPequeña historia de 3 capítulos. Daryl sale con Carol de Alexandria para cazar y un accidente lo lleva a tener el peor día de su vida. Carol está al borde de la muerte. "Si le hubiera dicho que la amaba todo este maldito mundo de mierda hubiera teni...