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– Yuuji, Yuuji. –
El menor solo se removia en las mantas de su cama por las leves sacudidas que le daban. Todo le era incapaz de ver haci que no era posible mirar quien lo meneaba de un lado a otro, aunque reconocía la voz.
– Oye dormilón, levántate tienes que bañarte, es tarde. –
Y ahí estaba de nuevo esa voz de esa persona, o mejor dicho la voz de su hermano...
– No quiero. – Respondió, frunciendo un poco el ceño.
– Entonces si no quieres, vendré y te tirare un valde de agua saliente de la llave y también con cubos de hielos por no levántarte. –
Escuchar eso hizo que se parara de golpe, un poco aturdido pero se paró, tardando en procesar todo lo que veía a su alrededor, mientras oía unas leves sonrisitas salientes de su hermano por su repentina acción.
– Eres cruel. – Solo protestó.
– Lo siento, tenía que levantarte para que te ducharas, tampoco te podía dejar haci sucio y también ...Que durmieras con tu estómago vacío. – Se levantó de la cama, el lugar donde estaba sentado, y se aserco a su hermano, para revólver sus cabellos y darle su ropa para que se fuera a bañar.
– Anda, ve y bañate con agua caliente, es mejor que la fría, haci evitas una gripe, ya que te estas bañando muy tarde. –
– Yo te espero abajo para comer ¿si?. –
– Ugh... Esta bien. –
El de ojeras en los bordes de sus ojos, empujó al oji miel al baño con el fin de que se bañara. Claro como todo hermano mayor de los dos siempre se tiene que preocupar por la salud de su hermanito pequeño, era su deber como el mayor.
[٭٭٭]
–¿Y que tal la comida? ¿Te gusto...? – Nomás con ver que se comía hasta el plato, supo la respuesta,mientras que el de baja estatura cenaba algo rápido, se veía como lo disfrutaba, tanto que hasta le quedaban restos de migajas en las comisuras de sus labios.
– Pues al parecer si, pero cambiando de tema, ¿como te fue hoy en en colegio?. – Agarro un pedazo de cervilleta y la paso por la boca del de piel canelita, dejándose el, limpiar por su hermano, mientras que también dejaba de comer aquel plato de estofado de carne de cerdo.
– Bueno pues...Supongo que bien, ¡Je! – Le regaló una pequeña sonrisa, sabía que acaba de mentir y eso le dolía más que nada ya que no le gustaba decir mentiras y más a su adorado hermano
– No... No hay de que, por algo soy el mayor. –
– Y como lo soy exijo que ya te vallas a dormir, es tarde ya son las 9:47pm, mañana tienes clases. –
