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(Pov lisa)

Eran las 1:00 de la madrugada, la casa se sumía en un profundo silencio. Jisoo descansaba plácidamente en el sofá junto a Minho y Jungkook, quienes estaban tirados en el suelo. Mientras tanto, yo me encontraba en la isla de la cocina, bebiendo agua y dejando que mis pensamientos fluyeran sin rumbo. Antes había intentado dormir en el sofá cama de la habitación de Sullyon, pero finalmente decidí salir porque no lograba conciliar el sueño.

Sostenía el vaso con ambas manos mientras me apoyaba en la isla de la cocina, cuando de repente escuché pasos que me sobresaltaron. Me asusté un poco, pero al darme cuenta de que era Jennie, suspiré aliviado. Era Jennie, ¡Era Jennie!

── ⋆⋆ ──

—¿Qué estás haciendo despierta a estas horas, Lisa?—preguntó Ruby, cruzando sus brazos. 

Oh, Dios mío, su abdomen tonificado y tatuado, el piercing en su ombligo, su cabello ligeramente despeinado que le otorgaba un encanto tan irresistible. Juré que sentí mi vagina palpitar por dentro.

Este deseo sexual me estaba consumiendo, pero no caería.

Jen notó mi mirada persistente y habló—¿Por qué me miras tanto? ¿Acaso soy una modelo para ti?—Su tono altanero me hizo simplemente rodar los ojos. 

—Tienes una lagaña del tamaño de un caballo en el ojo izquierdo—añadí. 

Ella frunció el ceño, se dio la vuelta para quitársela, y luego me miró de nuevo en busca de confirmación. Asentí con la cabeza y le dije—Ya está—

—¿Y tú qué hacías despierta, Jennie?—pregunté.—Tus molestos sorbos no me dejaban dormir. Soy muy sensible a esos sonidos, por eso mi habitación está insonorizada—respondió ella, y me sentí algo culpable. 

—Por suerte, ya terminé mi agua. Me voy a dormir—dije dejando el vaso en el lavaplatos y dirigiéndome hacia la sala, donde estaban Minho, Jungkook y Jisoo. Sin embargo, Ruby, consternada, me tomó del brazo—Hay mucha gente allí—Entonces decidí ir a la habitación de Sullyon, pero cuando me solté ligeramente y me dirigía hacia allí, Ruby intervino y exclamó—¡No!—

—¿Entonces, dónde quieres que duerma? No puedo en la nevera, créeme, lo he intentado— mientras ella me miraba de forma extraña. Me di cuenta de que había hablado de más.

—Voy a fingir que no escuché eso—dijo Ruby levantando las cejas—Pero vamos al grano, quiero que duermas conmigo —No quiero que despiertes a mis hijas—agregó Ruby, tomando mi mano y llevándome a su habitación principal. No podía creer lo que acababa de escuchar.

── ⋆⋆ ──

Cuando llegamos, noté que la habitación era increíblemente espaciosa, con su propio armario y baño. Ahora entendía por qué Ruby prefería quedarse aquí. Observaba todo con curiosidad, había un televisor enorme, aire acondicionado e incluso una pequeña neverita con refrescos.

Al entrar, noté una cama king-size y por instinto dirigí mi mirada hacia la mano de Ruby, donde vi un anillo. ¿Había compartido cama con otra mujer? Solo el pensarlo hizo que mi sangre hirviera, aunque no sabía exactamente por qué. Simplemente no me gustaba la idea.

Ahora la observaba a ella, sentada en la cama con un libro en las manos y el anillo aún en su dedo. Tenía muchas ganas de preguntarle, pero no me atrevía. Pero vamos, la vida es una sola.

── ⋆⋆ ──

—Ruby— la llamé y ella me miró de inmediato. 

Tenía unos ojos tan hermosos.

 De repente, nuestras miradas se conectaron y sentí una oleada de emociones. Mi corazón latía fuertemente en mi pecho.

 Sacudí la cabeza y continué—¿Eres una mujer casada?— Cerré los ojos con fuerza, preparándome para cualquier respuesta que pudiera venir hacia mí.

Abrí los ojos lentamente y me sorprendió ver que Ruby parecía bastante tranquila—De hecho, Lisa, nunca he estado casada de verdad—comenzó a explicar—Bueno, sí, estuve casada por un corto tiempo, pero mi esposa falleció cuando Hyein era una bebé—dijo mientras miraba al vacío. En ese momento, mi cuerpo llego a temperatura cero de un momento a otro.

Mis ojos se abrieron de par en par, sintiéndome tremendamente avergonzada—Dios, Ruby, te juro que no quería... !perdóname¡— me disculpé rápidamente—Está bien, Lisa. Fue hace mucho tiempo. El dolor disminuye...o al menos deja de afectarte tanto—respondió ella con calma. Su tranquilidad me hizo relajarme también.

—Puedo preguntar, ¿cómo se llamaba tu esposa?—le inquirí. Ruby sonrió con melancolía, y esa expresión me provocó una mezcla de ternura y tristeza al mismo tiempo—Se llamaba Park Roseanne, pero le decía Rosé—respondió mientras soltaba una risita suave.

Fue un momento repentino cuando lo vi, ese brillo en sus ojos hacía que sus ojos felinos parecieran dos galaxias iluminadas, con pequeñas cosas que se asemejaban a estrellas. Ruby estaba sonrojada y sonreía mientras miraba al techo. Era evidente que la extrañaba, que seguía amándola.

Ella comenzó a hablar y no pudo detenerse, con una voz cargada de nostalgia y amor.

—Era una rubia hermosa, con facetas que se asemejaban a una pequeña ardillita—comenzó, sus ojos brillando al recordar. —La conocí cuando estaba de viaje en Nueva Zelanda. Trabajaba en una cafetería que visité un día, y fue un flechazo a primera vista. Me dio mucha vergüenza pedirle su número en ese momento, así que volví a Corea con un sabor amargo en la boca.

—Me propuse volver a encontrarla dentro de un año, y si no lo lograba, me dispararía en el pie. Sé que suena extraño, pero esa era mi motivación— suspiró con una sonrisa.

—Llegó el año y la encontré, esta vez en un parque con un hombre y un perro. Mis celos enfermizos se apoderaron de mí al verla con él—su voz se quebró ligeramente—Y al darme cuenta de que ese chico era enemigo de mi padre, sin pensar, desde una distancia, le disparé frente a Rosé, frente a todo el mundo—confesó con pesar y remordimiento en sus ojos.

—Ella se quedó congelada, y luego la multitud llegó corriendo cuando el chico yacía muerto tras el disparo inminente—

—Quiero aclarar que en ese momento apenas estaba comenzando en este "trabajo"—hizo comillas con sus dedos— el que tú ya conoces, así que no era muy conocida en países extranjeros—Fue días después cuando aproveché y la encontré en el cementerio, sola en un día lluvioso y desolado—Su mirada perdida me llamó la atención, así que me acerqué y la saludé. Fue entonces cuando vi sus ojos y quedé prendada por segunda vez—

—Estoy convencida de la teoría del hilo rojo, ese vínculo que puede romperse cuando una de las personas se enamora de alguien más—Sin embargo, Lisa, sinceramente no creo que pueda dejar de amar a Rosé por nada en este mundo

—Ella tomó mi corazón y lo moldeó a su antojo—

—Nunca supo que yo fui la responsable de la muerte de su entonces novio. Le arrebaté el amor de su vida para convertirla en el mío—ruby suspiro 

— y sé que estuvo mal, pero no puedes imaginar cuánto la amé y la amo. Ella fue la madre de mi primera hija, mi primer amor, mi primer todo. El día que... —Su voz se quebró y unas lágrimas rebeldes escaparon de sus ojos, que rápidamente limpió.

—No creo tener la fuerza suficiente para seguir— dijo Ruby mientras limpiaba más lágrimas y reía un poco—No me mires con esos ojos de cachorrito— bromeó—Cuando me sienta lista, te contaré el resto, ¿de acuerdo?—Yo asentí con comprensión.

—Creo que es hora de dormir. Hay una cama abajo de esta, sácala y duerme allí— propuso Ruby. Sonreí y la jale hacia el lado de la cama grande, donde solo había una pequeña luz encendida que yo apagué.

—Buenas noches ruby

—Buenas noches para ti también lisa

Ambas nos entregamos a los brazos de morfeo.

Kkangpae- Jenlisa (G¡P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora