Capítulo 06(A)

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CAPÍTULO 06(A)

«LA MISERABLE MITAD…».

Dos meses después...

«Por favor, no suenes todavía… Por favor, no suenes aún…».

Las mañanas así me hacían desear tener acceso a una máquina del tiempo para poder regresar al pasado y darme una paliza a mí mismo por tomar las decisiones que me habían llevado a ese momento.

Eran sólo las tres de la madrugada, pero el cielo se había abierto para soltar una lluvia implacable sobre la ciudad, y me estaba obligando a «disfrutar» del único momento del día que tenía para mí mismo.

Estaba tendido sobre los pufs, con los pies envueltos en compresas de hielo para aliviar el dolor de haber corrido por Seúl sobre unos mocasines con plataforma alta. De los labios me sobresalía un termómetro que mostraba una traidora temperatura «normal», y no dejaba de observar el despertador como un halcón. Esperando a que el segundero llegara a las cinco para poder tomar el siguiente chute de medicación para el estrés y lidiar con mi «trabajo soñado» durante otro día más.

En los dos últimos meses, había recibido un cursillo intensivo sobre el mundo de los hoteles, y era mucho más complicado de lo que pensaba.

Cada día venía acompañado de una nueva ronda de reuniones de crisis, un nuevo objetivo de «excelencia Kim» que cumplir y de clientes que pagaban un mínimo de setecientos mil wones por noche para alojarse en cualquiera de las propiedades de Taehyung; rendirse no era una opción.

Para garantizar la perfección, Taehyung no se detenía ante nada para conseguirla. Era completamente despiadado, y todos lo sabían capaz de despedirte al instante. En el poco tiempo que llevaba trabajando para él, nunca se había tomado un día libre, nunca había mencionado la necesidad de descansar ni de desplazarse para pasar tiempo con su familia. De hecho, se rumoreaba que no tenía familia.

Era una máquina, y estaba seguro de que nunca dormía. También era un imbécil, y estaba todavía más seguro de que no seguiría trabajando para él durante mucho tiempo más.

Ring. Ring. ¡Ring!

El aviso para tomar la medicación para el estrés que sonó en el móvil me llevó a tragarme las pastillas con agua.

Después de mirar los mensajes de texto, le envié a mi novio Mingyu un mensaje relámpago.

«¡Hola! Estoy pensando en ti antes del trabajo. Espero que todavía puedas ayudarme a buscar un apartamento nuevo este fin de semana…».

Él me respondió de inmediato.

«Oh, ¿sigues vivo? Ja, ja, ja… Claro, cariño. Si tu jefe te permite tener una vida después del trabajo este fin de semana, allí estaré. ¿Nos vemos esta noche?».

«Lo intentaré, pero no puedo prometerte nada, ya que el jefe está organizando una junta de accionistas. Tendremos que dejarlo para otro momento en ese caso…».

«Claro. Te enviaré un correo electrónico durante la jornada laboral para que te olvides de él. Estoy ansioso por volver a estar a solas contigo cuando consigas la libertad condicional [emoticón de gota de agua] [emoticón de berenjena] [emoticón de gota de agua]».

Le envié un beso también con emoticones y sonreí. Solo habíamos pasado algunas horas juntos desde que comencé a trabajar con Kim Taehyung, y aunque a veces estaba irritado por ello, una parte de mí —una a la que no lograba comprender— estaba perfectamente satisfecha con la nueva etapa.

Cuando revisé la hora de nuevo, sentí que mi sonrisa se desvanecía lentamente.

«Y en tres, dos, uno…».

AVISO DE DOS SEMANAS - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora