Capítulo 20: Esto es por ellos

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Advertencia: Contenido un tanto explícito, actos sin consentimiento, palabras soeces, porte de armas, temas sensibles que no pueden llegar a ser del agrado de muchos, así que sí no eres capaz de leer ésta bien, puedes saltar eso o simplemente no leer.

Todo queda bajó su propia responsabilidad.




Kathara

Sonrió un poco a pesar de la situación, y más al verlo sonreír, aunque aún su rostro muestra impresión y desconcierto.

Zahim, al igual que mí hermano no logran decir nada, pues me miran algo anonadados, como si no dieran crédito por lo que ven sus ojos. Se que vivieron dos meses pensando que aquella tarde había muertos, y de verdad que casi lo hago.

Se podría decir que estoy viva de milagro, quizás por ellos llegaron a tiempo, y no se como pero lograron que nada pasará conmigo, no diré que tenía la situación controlada por que sería mentirme a mí misma, y a todos en general.

Aunque sí me dolió mucho verlos a ellos, sufrir por mi culpa.

Tenía pensado dejar en claro que no había muerto enrealidad, pero sí lo hacía no podía cobrar unas cuantas deudas que tengo por saldar.

Suelto un suspiró, luego de ver como Kerlen se lleva a Jhesua el cual cojea, mientras sale no deja de verme siento su mirada, no quiero verlo, oque me vea en una peor faceta de la que hace unos minutos conoció.

Marlón sale del lugar junto a Keisha la cual parece que aún se encuentra en estado de shock, no ha emitido palabra alguna y de cierto modo me preocupa. Después sale mi hermano junto a Soranny que la lleva en brazos, así mismo Zahim lleva a Rossana, espero que ambas se encuentre bien.

Al ellos salir, vuelvo mi vista a Yeiddy, la madre de Jhesua que para mí desgracia es mi maldita suegra.

—Eres una perra. —gruñe molesta.

—No me importa lo que tu, digas. ¿Captas? —ella no dice nada.

La tomo del cabello y la jaló para llevarla afuera del lugar, a uno mucho mejor, y supongo que estará lleno de diversión.

Cuando las dos camionetas se alejan por completo termino mi recorrido, esposo las manos de Yeiddy y la obligó a entrar ya que no quiere hacerlo.

—Sí no cooperas, te irá peor. Y hablo enserió. —le espeto de forma sería.

Ella asiente a las malas, me ubicó a su lado, antes de que la camioneta arranqué con nosotros hacia otro lugar.

No dire que estos meses mi calma fue total o que quizás, mi vida estuvo calmada. Por que fue todo lo contrario, temía por todos y cada uno de ellos, en especial por lo que les llegarán hacer.

Siempre mantenía informada de sus movimientos, sabía que Ivanov no se quedaría quieto, y que mi muerte no seria lo único que obtendría de mi parte.

Lo peor es que siempre subestima el poder de una mujer, el creé que simplemente puede llegar hacer todo lo que él como hombre dictamina, como odio la actitud que tiene.

Desde que hice parte de la CIA, nunca le gusto el saber que era menor de edad, y por supuesto que yo supiera más información que él, siempre odio que yo fiera apoyada en cada una de mis desiciones y por supuesto que me eligieran a la hora de llegar a cabo una misión.

Lo ignoré, por que pensé que lo quería era envidia.

Y en parte eso era cierto.

Odiaba todo lo que tenía que ver conmigo, ahora entiendo que todos los trágicos sucesos después de conocernos no eran simple casualidad.

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