Comencé a escribir esto para desahogarme porque quedaron muchas cosas pendientes por decirle a mi madre. A pesar de que durante la última llamada que nos hicimos un día antes de su partida hablamos de todo y de nada, e incluso pareciera que Dios tuvo piedad de mí permitiendo que nos despidiéramos quedaron muchas cosas por decirle. Que le amo, que le amaré y que estoy agradecida por haberla tenido en mi vida. ¿Mi consejo para ustedes que leen esto? Es que no tengan miedo, dudas, vergüenza, orgullo. Digan lo que sienten porque no saben cuándo será la última oportunidad que tengan para hacerle saber a ese ser especial lo mucho que le quieren.
Por hoy dejaré de añadirle más páginas a este poemario porque mi mente y corazón, aunque no han sanado; finalizaron el desahogo desenfrenado. Ahora queda continuar con las cosas cotidianas.
Cada persona lleva distinto el luto, en mi caso decidí escribirle un par de textos a mi madre que ya no está entre los vivos. Cabe aclarar que "El pañuelo de seda" no es para ella, va dedicado a mi abuela materna, quien dejó en mi corazón una marca que ni con mil nutrientes cicatrizará.
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Susúrrame en la oscuridad
PoesiaEste no es un poemario, sino más bien un grito silencioso, un lamento tejido con hilos de dolor. Lo escribí en las noches solitarias, cuando el mundo parecía un lugar extraño y hostil. No esperes encontrar grandes prosas aquí, ni metáforas elaborada...