♣21♣ Lentos arreglos

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Esa noche no pude dormir por culpa de mis miedos y pensamientos. Con suerte, a veces Makoto sentía cómo no podía dormir y sus abrazos me tranquilizaban, pero creo que él era la primera razón para no hacerlo, ya que mi mente solo pensaba en él y en ese sentimiento negativo que tuve.

Como me indicó antes de dormir, se fue bastante temprano. Dolió despertar con un beso en la frente y un "te quiero" antes de escuchar como la puerta principal se cerraba lentamente, por lo que después de eso, no pude cerrar los ojos.

Cuando el despertador de los lunes empezó a sonar, casi lo arranco de mi mesa y lo lanzo contra la pared. Me tranquilicé un poco y me vestí mediante como pude. Luego, desayuné y cepillé los dientes y, aunque fuera bastante temprano, agarré las llaves de casa y abrí la puerta.

—Buenos días.

Me quedé paralizada con la llave en el cerrojo al escuchar cómo fui recibida por la voz de Iori detrás mía. Cerré y lo confronté.

—¿Qué haces aquí? —Lo miré seriamente con los brazos cruzados.

—Bueno, creo que es obvio, T/N.

¿Obvio? ¿Después de que tuviera que traerte a rastras el otro día por una pelea que tuviste por mi culpa? Además, no se me olvida el hecho de lo que pasó el sábado en la fiesta.

—No, no lo es. —Lo miré fijamente—. Y menos después de que te hayan partido la cara por venir a-

—No te preocupes, me preparé completamente para esto. —Me tranquilizó.

El chico sacó de su bolsillo de la chaqueta una especie de aparato electrónico. Al ver que no entendía qué era, pulsó un botón en la espalda de este y generó una descarga eléctrica.

¿LLEVA UN TÁSER EN EL BOLSILLO?

Mi mente y cansancio no daban para regañarlo por tener algo así de peligroso cerca de su alcance, por mucho que lo quisiera hacer.

—Creo que eso es ilegal, pero cómo digas. —Elevé ambos hombros.

Pude notar la confusión del chico al verme en este estado tan serio, ya que arqueó su ceja y me miró seriamente. Aún así, lo aparté del camino y empecé a avanzar yo sola.

Creía que entendió la indirecta de "no quiero hablar", pero la mayoría de los hombres parece ser que no lo entienden. En unos segundos, aunque estuviera andando a la misma velocidad que yo, pudo alcanzarme con sus piernas largas y se puso a mi lado, como siempre hacemos.

—¿Qué tal te fue después de lo que pasó en la fie-? —Intentó abrir un nuevo tema de conversación.

Al escucharle, corté el paso, dejándole confundido. No quería hablarle mal, pero sentía que pronto mis nervios e ira se apoderarían de mi.

—No quiero hablar de ello, Iori. —Lo corté secamente.

—Hipócrita de tu parte. —Chasqueó la lengua y siguió andando.

En la entrada de Kibougamine pude ser recibida por el naranjo. En comparación con ayer, tenía una mirada extremadamente cansada y unas ojeras tan grandes como las de L de Death Note. Además, llevaba la camisa blanca por fuera del pantalón y todo su traje sin planchar.

¿Solo por ti? (Nagito x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora